¿Cómo te estás motivando?

Un día aprendí que nosotros los seres humanos estamos anclados a 2 tipos de motivaciones. Una de ella es la extrínseca, que se refiere a todo lo externo. Por ejemplo: el dinero, el reconocimiento, los elogios, la fama, la aceptación, etc. En cambio, la motivación intrínseca está asociada a lo que está dentro de ti. Es decir: el disfrute, las aventuras, la satisfacción, la pasión, el gusto, la diversión, crecimiento personal, entre otros.

Al ver estas diferencias comprendemos que cuando hacemos las cosas a través de la motivación extrínseca y no hallamos lo que queremos, terminamos desilusionados y dejamos por la mitad lo que un día iniciamos. Sin embargo, cuando actuamos bajo la línea intrínseca, no importan los resultados, porque el foco está en hacer las cosas por placer. Entonces, ¿de qué manera te motivas a diario?

Si te cuesta levantarte de la cama para ir a trabajar, postergas la alarma muchas veces, te levantas sin ánimo, puede ser síntoma de que tu motivación sea extrínseca, es decir, está enfocada en el dinero y no en el gusto que tienes por hacer las tareas que te asignan en tu empresa. No quiero decir que el dinero no sea importante, lo contrario, gracias a nuestros ingresos económicos nos ayuda a tener una buena calidad de vida.

Pero más que recibir un salario, es vital disfrutar lo que hacemos como dijo el fundador y ex CEO de Apple Steve Jobs:

“Debes tener mucha pasión por lo que estás haciendo… porque es tan difícil que, si no lo haces, cualquier persona racional se rendiría… si realmente no te diviertes haciéndolo… te vas a rendir y eso es lo que le sucede a la mayoría de las personas”. (Mindmonia, 2007).

Es clave saber que si queremos que haya éxito en lo que hacemos, debemos estar muy motivados, para que las dificultades sean superadas.

Tips para desarrollar la motivación intrínseca:

1. Enamórate de lo que haces: es bueno establecer interés en lo que estamos haciendo, para que tus acciones generen valor y tengas ganas de levantarte a cualquier hora. Por ejemplo: Una persona es feliz en su trabajo porque le gusta trabajar en equipo y liderar a los demás.

• Establécete metas: es importante saber cuál es nuestro norte. De esa manera trabajaremos con disciplina para lograrlo. Ejemplo: escribes en una cartulina tus sueños (con recortes semejantes). Lo pegas en tu cuarto, para cuando te levantes te inspires por lograrlo. También estableces fecha de cumplimiento.

• Conócete: Cuando ya sabes lo que te gusta o en lo que eres bueno, te vuelves competente donde estés. Ejemplo: si eres bueno para dar ideas, puedes diseñar propuestas para tu empresa. Si te gusta motivar a los demás, puedes esforzarte para que te asignen un grupo de personas a tu cargo.

Escrito por: Jean Carlos Fontalvo B. Motivador y
Comunicador Social | Jean_carlos.1996@hotmail.com

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