Las guerras no cesan, al contrario, parece que cada día se atizaran sin importar sus consecuencias. Este 20 de agosto el gobierno de Israel convocó a 60 mil reservistas para tomar la ciudad de Gaza en el marco del polémico plan para expandir los asentamientos junto a Jerusalén Este.
En medio de decisiones militares y políticas que estremecen al mundo, el corazón pastoral no puede permanecer indiferente. El reciente anuncio del Ejército israelí plantea una pregunta urgente: ¿qué voz tiene la justicia cuando la tierra es disputada y los pueblos desplazados?
Simultáneamente, el gobierno israelí aprobó la construcción de 3.410 viviendas en el área E1, una zona estratégica que conecta Jerusalén con Cisjordania. Esta decisión, según el ministro Bezalel Smotrich, “borra la ilusión de los dos Estados” y consolida el control sobre lo que él llama “el corazón de la Tierra de Israel”.
Las comunidades beduinas palestinas que viven en E1 enfrentan el desarraigo. La nueva infraestructura incluye una carretera que separará el tráfico palestino del israelí, desplazando el control militar hasta 14 kilómetros al este de Jerusalén. Esta medida no solo altera la geografía, sino también la dignidad de quienes sueñan con un Estado propio.
El clamor de los inocentes
Como comunicadores de esperanza, no podemos ignorar el sufrimiento. La tierra misma parece gemir, como dice el apóstol Pablo:
“Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora.” Romanos 8:22
El profeta Isaías también nos confronta:
“¡Ay de los que dictan leyes injustas y prescriben tiranía!” Isaías 10:1
Y el salmista nos recuerda el ideal divino:
“La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron.” Salmo 85:10
Oramos por la paz de Jerusalén, pero también por la paz de Gaza, de Cisjordania, de cada niño que teme, de cada madre que llora. Porque la paz verdadera no se construye con muros ni con armas, sino con compasión, verdad y reconciliación.
“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” Mateo 5:9
Redacción: Buenas Nuevas, con informacion de EFE
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