Es muy común observar al llegar a un barrio de la ciudad como los vecinos del mismo ni siquiera conocen a quienes son los miembros de la Junta de Acción Comunal o los nombres de los ediles que fueron elegidos en la localidad en la cual conviven.
De hecho, la encuesta de este año de “Barranquilla, Cómo Vamos” arroja que solo el 11 % de los ciudadanos estuvo en espacios de participación promovidos por el gobierno local o nacional. Es decir, casi el 90 % no participa. Este resultado tan bajo es aún menor que el del año 2019, cuando la participación era del 18 % de los barranquilleros…!!
De acuerdo a esta encuesta, las que menos participan son las mujeres de entre 18 y 25 años, de estrato alto y residentes en la localidad Riomar. Y las razones principales que dan para no hacerlo es porque desconocen los espacios de participación o porque no tienen tiempo o recursos.
La constitución nacional de 1991 – que por estos días cumple 32 años – en su artículo 40 abrió unos nuevos y útiles espacios democráticos de participación ciudadana muy importantes que, desafortunadamente, en su mayoría no están siendo aprovechados. Los ciudadanos tenemos que comprometernos, y enseñar a las nuevas generaciones que hay que hacerlo, en cuanto espacio democrático que se abra desde el nivel más cercano hasta el más lejano. Es así como debemos involucrarnos desde la participación en plebiscitos, referendos o consultas populares a nivel nacional hasta en la elección de la junta de acción comunal de nuestro barrio, en la de los ediles de nuestra localidad, en los de los jueces de paz y reconsideración, en la escogencia de los miembros del consejo de administración del edificio donde vivimos, en la asociación de padres de familia del colegio de nuestros hijos, estos últimos en los del concejo estudiantil de la escuela o de la universidad, en los grupos deportivos o de recreación, en las organizaciones comunales de vigilancia y seguridad, en los grupos o asociaciones culturales o por la defensa del medio ambiente y de los animales e, incluso, en las iniciativas cívicas que se desarrollan en las redes sociales, entre otros.
La clave es participar no solo para ejercer el derecho fundamental de elegir o ser elegido, como principio esencial de nuestra democracia, sino para poder llegar a las instancias en las que realmente se toman las decisiones que afectan la vida y el futuro de nuestras comunidades y familias.
En ese orden de ideas, acaba de abrirse el plazo de un mes –que finaliza el próximo 29 de julio– para que los ciudadanos que así lo crean puedan inscribirse como candidatos a ediles, concejales, alcaldes, diputados o gobernadores en las próximas elecciones regionales de octubre. Su importancia es que se proveerán en todo el país más de 20 mil cargos de elección popular de funcionarios que regirán muy de cerca los destinos de nuestros departamentos, ciudades, municipios y comunidades más próximos a nuestras viviendas en los próximos 4 años. Por primera vez los aspirantes podrán inscribir su candidatura en línea y durante esta semana los ciudadanos que cambiaron su lugar de residencia podrán realizar el trámite de inscripción en su puesto de votación más cercano.
La proliferación de movimientos políticos aprobados por el Consejo Nacional Electoral –35 en total— y la intervención de más de 1.350 de los denominados Grupos Significativos de Ciudadanos —el doble de hace 4 años— que recogen firmas para apoyar la inscripción de sus líderes nos anticipa una participación democrática sin precedentes.
Por Víctor Herrera Michel Abogado-Periodista. Director Noticiero de la Gente-LA VOZ DE LA PATRIA CELESTIAL. Premio nacional de periodismo ANALDEX/PROEXPORT 2012. Escritor. Columnista. @vherreram
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