Su vida es narrada en el Génesis desde
el cp. 11, y. 26, hasta cp. 25. y. 10 y se menciona en el libro de Hechos,
capítulo 8:2-8. Fue descendiente de Sem e hijo carnal de Taré. Tuvo dos hijos,
Isaac con Sara e Ismael, con la sierva de Sara, que dieron origen su numerosa
descendencia. También, Abraham, después de la muerte de Sara, tomó por esposa a
Cetura con quien tuvo seis hijos.
Abraham nació en Ur, ciudad caldea. Donde vivió con su padre y sus
hermanos, Nacor y Harán, y donde se casó con Sarai. Llamado por Dios, abandonó
a su parentela idólatra y se trasladó a Harán, en Mesopotamia, donde murió su
padre. A la edad de 75 años se fue a Canaán con su esposa y Lot, pasando por
Siquem y Bethel. Obligado por el hambre, fue a Egipto, donde hizo pasar a Sarai
por hermana suya.
Volvió enriquecido a Canaán y con espíritu generoso dio a Lot el fértil valle
del bajo Jordán. Luego se estableció en el encinar de Mamre. Entonces Dios renovó su
promesa a Abraham. Al volver de rescatar a Lot de manos del rey elamita,
Melquisedec, sacerdote rey, le salió al encuentro y le dio su bendición.
A pesar de haberle sido prometido un hijo, cuando tenía 86 años, Abraham tomó a
la esclava Agar y de ella nació Ismael. Trece años después Dios reconfirmó su
pacto con él: estableció la circuncisión como señal y a Abram le puso por
nombre “Abraham”.
Abraham intercedió por Sodoma, viajó por el Neguev y se estableció en
Cades y Gerar. Allí nació lsaac, cuando Abraham tenía 100 años de edad. Luego
Agar e Ismael fueron echados de casa. Por ese mismo tiempo Abraham hizo pacto
con Abímelec, asegurando los derechos de éste en Beer seba.
Después de veinticinco años, Dios probó la fe de Abraham ordenándole que
sacrificara a Isaac, su hijo y heredero de la promesa. Doce años después Sara
murió y fue enterrada en Hebrón. Rebeca, nieta de Nacor, el hermano de Abraham,
fue escogida como esposa de Isaac. Regaló “todo lo que tenía” a
Isaac, dio a los hijos de sus concubinas, y a los 175 años murió.
El puesto que Abraham ocupa en la historia bíblica es único. Jehová se
reveló a Moisés como “el Dios de Abraham”, y esta
expresión se usa en las Escrituras desde Isaac en adelante. En el Nuevo
Testamento es antecesor reverenciado de Israel, del sacerdocio
levítico y del mismo Mesías.
Todo lo que Abraham recibió por la elección divina lo hereda su simiente: la
promesa, la bendición, la misericordia, el juramento y el pacto. La unidad de
los hebreos como hijos de Abraham se presenta como analogía de la unidad de los
creyentes en Cristo, pero Juan el Bautista y Pablo refutan la idea de que la descendencia racial
supone bendición espiritual.
Abraham depositó su fe en un solo Dios. Atribuía a Jehová justicia y
misericordia. Aceptó el juicio de Jehová y sin embargo intercedió por Ismael y
Lot. Se mantuvo en íntima comunión con Dios y se distinguió por ser “amigo
de Dios. Su fe se demuestra por la obediencia al mandato divino de:
1) salir de Ur; 2) trasladarse de Harán a la tierra de promisión (Gn. 12:1-4):
3) sacrificar a su único hijo, confiando que Dios podía incluso levantarlo de
los muertos (Gn. 22:12, 18; He. 11:19). Su amor a los demás se ve en su
generosidad, su fidelidad y su hospitalidad. Mostró valor ante sus enemigos,
pero cobardía al anteponer la seguridad de su propia vida al honor de su esposa
(Gn. 12:11-13; 20:2-11).
Tomado de Sigueme.net
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