Llegó a EEUU sin saber una palabra de inglés y con 300 dólares en el bolsillo, limpiaba casas para poder pagarse la universidad, la colombiana Diana Trujillo tiene una historia inspiradora.
“Nunca se me ocurrió en mi vida de que yo podría moverme de limpiar casas a llegar a esta situación trabajando con Mars 2020“. Cuando Diana Trujillo llegó a EEUU ni siquiera hablaba inglés. Tenía 17 años y 300 dólares en el bolsillo. “Cuando yo me pongo a pensar cómo fue que yo llegué aquí es algo que yo no me lo puedo creer”, relataba ella en un vídeo de la NASA.
Ciertamente, la de Diana Trujillo es una historia inspiradora que tanto gustan al otro lado del Charco. Cuenta que su primer contacto con el espacio fue casi terapéutico.
20 años después
“Cuando estaba en Colombia desafortunadamente había mucha violencia y mirar las estrellas era algo que me podía ayudar como a calmarme”. Quién le iba a decir que 20 años después se convertiría en narradora y pieza clave de la misión Mars 2020.
“Mi nombre es Diana Trujillo y trabajo con manos robóticas para colectar materiales en la superficie del planeta Marte para poder entender y contestar la pregunta: ‘¿Alguna vez hubo vida en la superficie de Marte?'”.
Imposible tener mejor carta de presentación que la de esta ingeniera aeroespacial de 38 años nacida en Cali que el pasado jueves retransmitió, por primera vez en español, el aterrizaje del Perseverance en Marte. Aquellos siete minutos de infarto culminaron con un grito de júbilo, en directo desde todo el mundo, y ya han dejado imágenes nunca vistas de la superficie marciana.
El impulso definitivo para ingresar en la Academia de la NASA tras leer una revista que hablaba del papel de las mujeres que han trabajado en misiones espaciales. Era 2008 y Diana Trujillo se convertía en la primera mujer de origen hispano en el programa.
“Vengo al trabajo como una mujer hispana representando a muchas personas que no han pensado que pueden ser parte de eso pero que pueden ser en algún momento”, asegura Trujillo, “me siento extremadamente feliz saber que tengo la oportunidad de ser parte de un grupo que puede cambiar la Historia”.
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Ejemplo máximo de superación y buena voluntad, por que para el creyente todo es posible.