Las señales de los últimos tiempos se vienen cumpliendo, el aumento de la violencia, el desamor, las enfermedades, las catástrofes naturales, y el excesivo crecimiento del pecado, marcan que el tiempo del fin está cerca. Es como si hiciéramos parte de una historia de terror, pero Dios nos regala la promesa que en medio de todo esto no estaremos solos, Isaías 41:10 No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; Siempre te ayudaré con la diestra de mi justicia.
Dios sabe que somos de carne y hueso, frágiles, experimentaremos angustias y temores, pero nos dice: No temas: Quizás el rey Ezequías vivió un momento parecido, cuando Senaquerib rey de los Asirios con un ejército muy numeroso sitio a Judá. Ezequías tenía motivos de sobra para sentir temor y estar angustiado, pero en vez de esconderse, rasgo sus vestidos, se cubrió de cilicio y vino a la casa de Jehová y tomó Ezequías las cartas de manos de los embajadores de sus enemigos, y las leyó, y las extendió delante de Jehová y oró diciendo: Inclina Jehová tu oído, y oye; abre, oh Jehová tus ojos, y mira y oye todas las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente y como resultado de esta oración el Ángel de Jehová acabo en una sola noche con ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los Asirios, Isaías 37:1-38.
Confía
Dios nos dice: no temas, y en verdad hay motivos para temer, tanta inseguridad, violencia, injusticia, maldad, son el pan de cada día, aun el rumor de una tercera guerra mundial es algo que pareciera verse venir. Pero sigamos el ejemplo del rey Ezequías, llevemos nuestras peticiones delante de Él, oremos, humillemos nuestro corazón, reconociendo que es el único, que tiene el poder para obrar en nuestro favor, y Él actuará y obrará conforme a su amor y misericordia sobre nuestra vida. Dios nos dice: no temas porque YO estoy contigo, y cuando nos dice que Él está con nosotros podemos tener la seguridad que no hay otro más grande y poderoso en el cual podamos depositar nuestra confianza.
No temas, confía!!!
Escrito por: Pastor Arcenio Salazar López
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