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Durante los últimos tres meses, el ministerio God Behind Bars (Dios Tras Las Rejas) ha bautizado a más de 140 mujeres encarceladas, transformando sus vidas a través del amor redentor de Dios. Este ministerio trabaja con la población penitenciaria en los Estados Unidos, alcanzando a más de un millón de personas con el Evangelio. Utilizan programas de extensión y su aplicación PandoApp para brindar acceso a música religiosa y sermones. Recientemente, en la prisión de mujeres más grande de Colorado, se realizaron los primeros bautismos permitidos, donde muchas mujeres entregaron sus vidas a Jesús. Este evento simbólico ha sido una poderosa demostración de la fe y el compromiso de las reclusas con una nueva vida en Cristo, destacando la misión del ministerio de garantizar que cada preso tenga acceso al Evangelio. God Behind Bars también organizó servicios religiosos en otras prisiones, donde decenas de mujeres entregaron sus vidas a Cristo y participaron en bautismos, incluyendo a una persona que esperó 50 años para ser bautizada. Estos eventos han sido descritos como movimientos increíbles del Espíritu Santo, con un impacto profundo en las vidas de los reclusos. Y aunque la mayoría de las reclusas bautizadas van a pasar los próximos 10 años y hasta su vida encerradas, la alegría de encontrar a Cristo en prisión, les está dando la verdadera libertad. Puntualizó la organización sin fines de lucro. Reclusas bautizadas El fundador de God Behind Bars, Jake Bodine, enfatiza que la misión del ministerio es llevar el mensaje de amor de Jesús a los prisioneros, demostrando que su historia no define su identidad. A través de este ministerio, muchas personas encarceladas están encontrando la libertad y la esperanza en Cristo, mostrando que la gracia de Dios puede cambiar incluso a las personas más desechadas por la sociedad. LA NAVIDAD Y EL EVANGELIO