Un cristiano que encontró una gran suma de dinero dentro un sofá usado que compró, devolvió el efectivo a sus dueños originales diciendo que “Eso es lo que haría Jesús”.
Hace un año alrededor de $43.000 fueron encontrados por el sr. Howard Kirby en Michigan, adentro de un sofá que compró por sólo US$70 en una tienda donde el artículo había sido donado, detalló el sitio web “MLive”.
La nuera de Kirby abrió el cojín que habían sentido “demasiado duro” y para su sorpresa, US$43.170 estaban dentro.
La voz del Espíritu Santo
Tras el hallazgo, un abogado les dijo que por derecho legal podía quedarse con el dinero pero el sr. Howard decidió devolver el dinero a sus antiguos dueños, a pesar de que necesitaba una suma de efectivo así para poder pagar su casa pero dijo que “decidió hacer caso a la voz que le hablaba” refiriéndose el Espíritu Santo.
«El Espíritu Santo simplemente vino sobre mí y dijo: ‘No, esto realmente no es tuyo’», dijo al respecto.
Al devolverlos, se enteró que el abuelo fallecido y antiguo dueño del sofá había escondido el dinero dentro de uno de los cojines del sofá.
El impacto de esta honesta acción repercutió en los corazones de mucha gente a nivel local, nacional e internacional, quienes desde todas partes donaron dinero para que éste pudiera hacer los arreglos que su casa necesitaba.
Allí se obtuvo mano de obra, techos, pisos y hasta una cuenta de GoFundMe desde Canadá le ayudó a recaudar $15.000 que sirvieron para los gastos; su caso fue de impacto para muchos dentro de una sociedad actual que necesita más solidaridad entre semejantes.
«Realmente restauró mis sentimientos hacia la humanidad misma. Hay tanta gente buena, sea lo que sea en lo que crean. Hay mucha gente mala, y la maldad en el mundo aparece y recordamos la maldad mucho más que cuando sucede algo bueno, pero estoy feliz porque lo que hice animó a tanta gente…”, dijo.
“Me hace sentir bien, porque pude demostrar cómo creo en Cristo, y eso es lo que haría Jesús”, agregó.
Con todo lo que aconteció el año pasado, Kirby dice que fue un gran año a pesar de que le extirparon un riñón, pues sus hijos viven cerca de él y su familia crece a paso agigantado.
«Fui bendecido. Han pasado muchas cosas que desearía que nunca hubieran sucedido, pero eso es parte de la vida. No me desanimo y, cuando me pongo triste, recuerdo lo que pasó en ese momento. Nunca esperé que pasara nada de esto. Ha sido un año difícil y maravilloso”, finalizó.
Excelencia divina…