Por: Javier Ahumada Bolívar
Para dirigentes, comunidad, organizaciones sociales y los niños es un sueño hecho realidad. El pasado 12 de octubre integrantes de la fundación Ancla de origen sueca, la Confraternidad Carcelaria de Colombia, exparamilitares victimarios, víctimas de la masacre perpetrada por las Auto Defensas Unidas de Colombia en el año 2000 y autoridades civiles y militares del departamento de Magdalena, se dieron cita para entregar unos, y otros para recibir, dos aulas escolares en el corregimiento de Buena Vista.
El evento es el resultado de varias jornadas hechas con la moderación de la Confraternidad Carcelaria, regionales Atlántico y Magdalena que desde hace varios años viene haciendo presencia en las cárceles de Santa Marta y Barranquilla, a través del programa Comunidades Restaurativa, Árbol Sicomoro.
Este programa tiene como objetivo promover el perdón, reconciliación, reparación y restauración entre exintegrantes de las AUC y víctimas de la masacre que cobró la vida de al menos 40 pescadores nativos de estas comunidades.
La dinámica del programa fue realizar encuentros entre las comunidades víctimas y los victimarios en los distintos escenarios: Nueva Venecia, Buenavista y los Patio de Justicia y Paz de las cárceles en mención. De hecho una comitiva de los pueblos palafitos visitó en la cárcel de Santa Marta a los victimarios que en un acto de arrepentimiento pidieron perdón a las víctimas; excomandantes de las Autodefensas como el hoy pastor Jimmy Zapata y el predicador Nehemías Sandoval fueron los encargados de liderar el emotivo evento en la cárcel Rodrigo de Bastidas.
La Fundación Ancla llegó a los palafitos a través de una invitación de Lacides Hernández, director de la Confraternidad en Colombia. Están en este país desde 1993 y es dirigida por el ciudadano de origen sueco Börje Erdtman, un benefactor que ha recogido más de 100 millones de coronas suecas para ayudar a la población carcelaria, ha construido más de 100 escuelas, trabajado en proyectos de purificación de agua, futbol y trabajado para hacer que las cárceles sean más humanas. El fundamento del trabajo de la fundación es la visión cristiana de la humanidad y los valores.
La escuela fue construida como símbolo de paz entre los exparamilitares y la población víctima del conflicto. Algunos niños de Buenavista tenían que viajar diariamente durante unos 15 minutos hasta Nueva Venecia, otra comunidad que flota sobre el agua, ahora no tienen que hacer ese viaje, solo esperan que lleguen sus docentes para recibir clases.
Hermoso trabajo que realiza la Confraternidad Carcelaria de Colombia en el departamento del Atlántico, en cabeza de su directora Jenny Chona y el tremndo equipo que la rodea.
Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?