
Un poderoso avivamiento cristiano en prisión se vivió la semana pasada en la cárcel John H. Lilley, en Boley, Oklahoma Estados Unidos. Más de 700 reclusos participaron en una jornada de adoración, salvación y bautismos, en un evento dirigido por el Victory Christian Center de Tulsa. Los organizadores aseguraron que muchos fueron conmovidos por la presencia del Espíritu Santo.
El pastor Paul Daugherty, quien dirige la iglesia desde hace más de una década, compartió que esta visión nació apenas tres meses atrás, cuando sintió el llamado de Dios a alcanzar a quienes pocos buscan: los privados de libertad. “Pensé: ‘Caramba, siento que hay un grupo de personas en las cárceles a las que podríamos llegar con el amor de Dios’”, declaró a CBN News. Y así fue.
El resultado fue un evento sin precedentes. Se sirvieron más de 1.000 comidas, se distribuyeron 700 Biblias y más de 400 reclusos entregaron su vida a Cristo. Además, 41 hombres fueron bautizados en el acto, testificando públicamente su fe. “Cuando los vi salir de sus celdas y caminar hacia el campo… me puse a llorar. Parecía una escena bíblica”, expresó Daugherty conmovido.
Este avivamiento cristiano en prisión no solo refleja el poder del Evangelio para transformar vidas en cualquier contexto, sino también el valor de una iglesia que escucha la voz de Dios y se atreve a ir más allá de sus muros.
En medio de las rejas, donde la sociedad muchas veces deja de mirar, Dios sigue obrando con poder. El reciente avivamiento en la prisión de Oklahoma nos recuerda una verdad que Jesús proclamó con claridad: “Estuve en la cárcel, y vinisteis a mí” (Mateo 25:36). Así estamos sirviendo al mismo Cristo
Tomado de CBN News. Editado por Buenas Nuevas
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