“Hay una significación profética muy grande, porque ahora en este tiempo, esta nación está en los ojos del mundo”, subrayó el profeta Effershon Pérez
Por: Ernesto González
Apóstoles, profetas, evangelistas, maestros y pastores: son los cincos ministerios constituidos por Dios (Efesios 4:11). Uno de los ministerios que ha tomado más connotación sin menospreciar los demás, ni colocar uno por encima de otro, ha sido el profético, donde la persona que lo ejerce bajo un llamado del Señor (profeta), juega un rol fundamental en los últimos tiempos, siendo este la “boca de Dios” para una nación o a mundo, en este caso: Venezuela.
Effershon Pérez, es un connacional, siervo de Cristo, quien desde el pastorado y el ministerio profético, nos explica, ¿qué es un profeta, una profecía y profetizar?, ¿cómo debemos distinguir entre el falso y el verdadero profeta? y sin dejar atrás la óptica profética para Venezuela.
De entrada, Pérez nos conceptualiza que un profeta: “es alguien que habla bajo la influencia directa y soberana del Espíritu Santo. Es convertirse en la boca de Dios para expresar sus palabras tal como el Espíritu las dirige”. Por otro lado, manifiesta la diferenciación entre “profecía” y “profeta”, para no caer en el error de confundirlas y manejarlas en iguales términos. Ser profeta es un “llamado” y la profecía un “don”.
«Hay una gran diferencia entre profecías y ser profeta. Profecía: es un don circunstancial. Profeta: es un llamamiento de elección Divina; es una oficina ministerial. Profetizar: en el idioma hebreo significa: ‘fluir’, ‘dejar caer’, ‘levantar’ y en el idioma griego significa: hablar por medio de otro; es decir ser vocero de Dios. La profecía fluye en este tiempo a través de: edificación, exhortación y consolación. Edificar: es construir y fortalecer para ser más efectivo algo. Exhorta: es estimular-animar. Consolar: es alentar, dar ánimo», planteo el profeta Pérez.
En los tiempos actuales, el rol del profeta según el profeta venezolano Effershon Pérez, debe ir enfocado y direccionalizado “hacia la apreciación de la humanidad por el cuerpo de Cristo”.
“El rol de un profeta en la actualidad, tiene que ver con el trabajo de levantar la apreciación de la humanidad por el cuerpo de Cristo, ya que Dios cuando habla a la tierra no se refiere o dirige a una persona, sino que Dios se dirige al cuerpo de Cristo. Todo el que esta adherido al cuerpo de Cristo: oye y entiende lo que Dios está hablando o manifestando. De la misma forma, el profeta Juan preparó la primera venida del Mesías, los profetas en la actualidad están para levantar la apreciación por el Cuerpo de Cristo y preparar la segunda venida del Mesías”.
En este mismo orden de ideas, manifiesta características esenciales de un profeta consagrado para el Reino de Dios, desglosando de una manera detallada lo que implica estar bajo el “llamado”.
“Para traer una distinción entre un sacerdote y un profeta: los sacerdotes a través de rituales representan al pueblo ante Dios, mientras que los profetas representan a Dios ante el pueblo. Como representante de Dios ante el pueblo, los profetas: son aquellos que Dios usa para traer palabra fresca, mediante los profetas envía: revelación, unción, dirección, predicción, operan los ángeles y el Espíritu de Dios; por ende dentro de sus características debe estar: la madurez, el carácter, la revelación de lo desconocido, debe haber llenura del Espíritu Santo. Mientras que por medio de un sacerdote: Dios trae procesos ritualísticos”.
Otra tarea prioritaria a realizar ante los “autodenominados” y “falsos profetas” que solemos ver en las diferentes herramientas comunicacionales, es cómo podemos discernir cuándo estamos entre el verdadero y el falso profeta, para ello Pérez anuncia que los falsos profetas son reconocidos porque en su palabra no hay: “instrucción, predicción, dirección, relación, exhortación, consuelo, edificación y ánimo”.
“La connotación a saber ¿cuándo es un falso profeta o verdadero profeta?, es porque el verdadero profeta va hablar como vocero de Dios, siempre se va a encontrar en su Palabra: dirección, predicción, operación de los ángeles y el Espíritu Santo, madurez y carácter en su Palabra, lo más importante no hay manipulación. ¿Cuándo tú sabes que algo es de Dios y no es manipulable?, cuando lo que te está viniendo a través de un hombre te lleva al beneficio de alguien más, cuando es una palabra manipulada, el beneficio de esa palabra va en favor de una persona o la persona que le está hablando. En este tiempo será fácil distinguir, cuando es un profeta falso, primero que no tiene las características que mencione al principio y segundo que en su palabra no hay: instrucción, predicción, dirección, relación, exhortación, consuelo, edificación y ánimo”.
Mucho ha sido lo copiado por el príncipe de este mundo, solemos ver los números como antibíblico, ahora bien ¿Quién fue el creador de esto?, bajo esta interrogante el profeta Effershon Pérez nos responde:
“Los profetas manejamos todo lo que es: la astronomía, las pléyades, el sistema de soles, las estrellas. Todo eso lo hizo Dios, satanás lo tomo y de ahí nació: la astrología. Igual que la numerología, el primero que introduce los números en Génesis es Dios, Dios a cada día en vez de ponerle nombre le puso número. Es una manera de dejarle saber a la ciencia que es el Creador de los números y que con los números; Él dejo claro que no hubo un Big Bang, sino que hubo una rebelión en el cielo, porque el día que hace el cielo, es el único día que no dice que es bueno. Todos los demás días fueron buenos, Él terminó con la frase: y Dios dijo que era bueno”.
“Por lo general satanás que imita, tomó el sistema de: las pléyades, los astros, las estrellas, tomo los números, los colores, repito él era Luzbel antes de ser satanás. Cada vez que el adoraba a Dios su cuerpo se llenaba de luz o se impregnaba en piedras preciosas, por eso se llamaba ‘Luz Bella’, cuando él comienza a anhelar la silla que estaba reservada para el Cordero es desechado, pero cuando es desechado, él se trae todo lo que vio allá arriba. Por eso es que así como hay: ángeles y arcángeles; satanás tiene: principados y potestades”.
VENEZUELA: LOS OJOS DEL MUNDO
Cuando habla el Profeta como instrumento de Dios, en lo que respecta a Venezuela, la mayoría de las veces el campo político sale a relucir, ¿cómo se podría interpretar esto desde una manera objetiva, sin tildar al profeta de un factor Político?
“El modelo bíblico después del reino más sabio de la tierra, —que fue el de Salomón—, hubo 34 reyes de los cuales solo ocho, estuvieron atento a la Palabra de los profetas, y sobre esos ocho los reinos fueron prolongados. La mano de Dios los respaldaba. Sus enemigos siempre estaban aplacados, porque la mano de Dios los mantenía así. Quiere decir que el modelo bíblico es: la política oyendo a un profeta y en estos tiempos se va oír aún más”.
“El profeta habla en un plano neutral, sin perder el equilibrio. O sea, no está hablando a un color político o a una tendencia política, está hablando a una nación en nombre de: Dios. Obviamente, tiene que hablar sobre las plataformas que están gobernando, ustedes ven que Elías y Eliseo hablaban directamente al rey”.
“En el caso de Venezuela hay una significación profética muy grande, porque ahora en este tiempo, son los ojos del mundo. Hay muchas decisiones mundiales que están girando a lo que suceda con esta nación. Somos el centro de América, sobre ese centro está el corazón. La Biblia dice: sobre toda cosa guardada, guarda el corazón. Son muy fundamentales los papeles que juegan los profetas genuinos de este tiempo acá en esta nación. Por eso que todo este ataque concentrado en una porción de 916.445 Km2, he estado en países y lo más profundo es que no imagine que nos conocieran tanto, puedo hablarles del continente: africano, europeo, americano. Países como Belice que nos aman, Guatemala, Centro América, Norteamérica, y en este tiempo ese amor, se ha incrementado aún más”, expresó Pérez.
En cuanto al papel de los profetas venezolanos, ¿cuál debería ser la direccionalidad emanada por el Espíritu Santo para que en unidad haya despertar del remanente Venezolano?
Effershon Pérez: Dios es un buen titiritero, tiene estrategias. La dirección que el Espíritu Santo está trayendo a Venezuela y el mundo, es que estamos siendo testigos y estamos compartiendo el mismo enemigo. Cuando tenemos el mismo enemigo no hay forma de que no nos unamos, hoy en día estamos en una pandemia, mundialmente hay un cambio económico, una afectación a los valores globales, no hay forma que el mundo no sea unido. No hay forma de que no salga a la luz ese remanente, y el remanente que va a salir en Venezuela y el mundo, es un remante tipo Daniel.
¿Con qué palabra profética define el año 2021?
Effershon Pérez: Entramos en la década del 80 en el calendario hebreo, que es la década del 20 en nuestro calendario, el símbolo es la letra ‘pei’: una boca. Ahora estamos en la década de la boca, ésta tiene que ver con palabras y la Palabra de Dios, entonces lo que Dios nos permitió ver desde el 2017 hasta el 2019 ahora por el poder de la boca de Dios, lo vamos a traer a la existencia. Es la década de la Palabra del Padre, como nunca antes veremos la Palabra predicándose en las: escuelas, universidades, política, economía. El enemigo ha soltado legiones de demonios, con una agenda clara preparando el camino al anticristo, pero Dios no está de brazos cruzados, Dios tiene legiones de ángeles iluminando a millones de personas y a un remanente que hablara la Palabra.
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