Las “5W” sobre la Nueva Venezuela

Por: Ernesto González

Latentemente, así se escucha en boca de muchos venezolanos,  la unión de dos palabras, estas son “Nueva Venezuela”, la cual es un “sustantivo” acompañado del nombre de un país, pero, ¿qué es un sustantivo? “tiene existencia real e independiente. De la sustancia o fundamento de las cosas”. Ahora bien, el fundamento para ser más específico, es la Soberanía del Altísimo, es decir, el único y real Dios.

 Aunque, estas palabras, no son “nuevas”, puesto que desde años atrás, se viene profetizando sobre el “alumbramiento” de una nación. (El verbo alumbrar, por su parte, puede utilizarse con referencia al hecho de aportar claridad o luminosidad o a la acción de parir) y recurriendo a la Palabra santa en Eclesiastés 1:9  “La historia no hace más que repetirse; ya todo se hizo antes. No hay nada realmente nuevo bajo el sol”.

 Samuel Urdaneta, autor de los libros “La Cosiata vuelve a suceder en Venezuela” y “Manifiesto Patriarcas” nos describe una perspectiva de las cinco 5W sobre la “Nueva Venezuela”, el remanente,  y el papel de la iglesia evangélica entorno a estos acontecimientos. 

¿Qué es la nueva Venezuela?

Es el término que resume la visión de país que Dios quiere erigir en nuestra hermosa nación. Habla de renovación, nacimiento, hacer morir lo viejo y al mismo tiempo que surge lo nuevo.

Fue acuñado por Dios mismo, porque procede de oráculos proféticos entregados a líderes evangélicos en la década de los ochenta. Recomiendo el compendio profético del pastor José Ángel Hernández, “Memorias de una nación en guerra”.

 Esa obra literaria ofrece el mejor resumen del despertar profético que vivió el pueblo de Dios en ese tiempo. Es importante resaltar que en esa década Dios empezó a arreciar su misteriosa obra en esta nación.

En febrero de 1983 decidió castrar a la “Venezuela Saudita” con el famoso viernes negro y ese castigo sigue arrasándonos desde entonces hasta ahora. En ese mismo año, se consolidó en el Ejército la célula política de Hugo Chávez y su juramento en el Samán de Güere. El asunto del Altísimo con Venezuela estaba apenas empezando en esos años. Su mano permitía el crecimiento del próximo movimiento político que castigaría aún más a Venezuela y la llevaría al límite.

¿Quiénes construirán la nueva Venezuela?

Será parida, cuidada y empoderada por una nueva generación de venezolanos. Es una generación juvenil en su mayoría. Por aquí han pasado muchas generaciones que han hecho gestas importantes históricamente hablando. Puedo hablarte de las dos últimas. La generación del 1928 que parió la democracia representativa, el Pacto de Puntofijo y las Constituciones de 1946 y 1961. El líder más icónico de esta generación fue Rómulo Betancourt. También puedo mencionar a la generación de Hugo Chávez, que particularmente la llamo: la generación del Samán de Güere, porque a la sombra de ese árbol juraron.

Esta generación parió dos golpes de Estado fallidos en 1992, una nueva Constitución en 1999 y un proceso de gobierno llamado “Revolución Bolivariana” que nos ha traído a esta situación tan penosa en el presente. Cuando esta generación llegó al poder, el Samán del Juramento se desplomó a los pocos meses, como diciendo: “…ha llegado el último movimiento político que verá la Vieja Venezuela, viene un nuevo árbol, viene en verdad lo nuevo.” Y eso precisamente es lo que somos nosotros, nos preparamos para ello y trabajamos con ahínco. Somos la Generación 7 Estrellas, la del Nuevo Árbol, la que se inspira en el Corazón de Dios, esa misma que construirá a la Gran Venezuela.

¿Cómo será la nueva Venezuela?

Tengo una categoría especial para describir ese horizonte. La Nueva Venezuela será un país siete estrellas. Lo tomo de la historia de nuestra bandera, del Acta de la Independencia y también de la clasificación que se usa en la industria hotelera. Exhibir una categoría de 7 estrellas es estar en el top de la excelencia y en la cúspide del desempeño. Pues así será el salto de identidad que vivirá nuestro gentilicio y el proyecto político que llevaremos a cabo.

Sabemos dónde estamos hoy, también lo que queremos para el mañana, y lo mejor de todo, es que nuestro Dios nos guiará para lograrlo. La Venezuela siete estrellas, nación que experimentará el milagro económico más importante del siglo 21. Esa será la Nueva Venezuela.

¿Cuándo sucederá la nueva Venezuela?

Cuando Dios decida levantar en alto a su nuevo liderazgo, cuando los muchos no les teman a los pocos. En ese momento sucederá.

¿Dónde se producirá la nueva Venezuela?

Quizás en las principales ciudades se produzca un mover especial y más intenso. Pero la respuesta específica a esa pregunta no la tengo.

¿Hablar de la Nueva Venezuela es hablar de “religión”?

Dios es el Creador, la primera Causa del Universo y la fuente primigenia de Justicia. Se puede hablar de Dios sin necesariamente hablar de religiones. Nosotros los cristianos tenemos una identidad religiosa definida por la Biblia, pero nuestra motivación para hacer política es netamente política, no religiosa. Sucede que la Biblia no es solamente un libro religioso, también es un libro jurídico, histórico, poético, con amplias lecciones de gobierno, educativo, ético, familiar y sapiencial. La Nueva Venezuela será levantada siguiendo las luces universales que aporta la Biblia, el libro de Dios. Es un proyecto de país muy grande y ambicioso que abarca todos los ámbitos de la nación y que sólo puede ser despertado y guiado por líderes que son sensibles al Corazón de Dios.

Ubicándonos en las Sagradas Escrituras, ¿dónde podemos hojear a la Nueva Venezuela?

El versículo de 2 Crónicas 7:14 sigue vigente y es totalmente aplicable a la condición venezolana. En ese versículo podemos entender que la “enfermedad” de las naciones radica esencialmente en el corazón de sus habitantes. No habrá Nueva Venezuela, sino surge en el proceso un nuevo venezolano, un nuevo gentilicio, una nueva identidad nacional en los ciudadanos. Quizás sea por eso que el plan de Dios se ha centrado en llevar a la nación al “desierto” y a la “angustia”, porque sólo en esas condiciones el corazón se torna dócil y maleable, allí puede ser transformado para bien.

Mi versículo favorito que asocio con el proceso que vive mi país, se encuentra en Isaías 43:19 “He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”. Me gusta mucho porque se observa la soberanía de Dios sobre las naciones y su preeminencia en los caminos de la historia. El Eterno es quién seca a las naciones y también Él mismo les llueve con bendiciones abundantes. Él abate y también enaltece. En Venezuela veremos la “Cosa Nueva” que Dios ha reservado y preparado. Una cosa realmente excepcional, fuera de serie, magnífica, extraordinaria, maravillosa, milagrosa y gloriosa, es decir, una Cosa 7 estrellas.

Últimamente, se han escrito cartas abiertas al “remanente”, ¿qué es el remanente?, ¿quiénes son ellos?, en las cartas se les pide por mencionarte una  “característica” “santidad”, otros afirman que es un grupo VIP, como escritor y servidor a la causa de la Nueva Venezuela qué nos dices al respecto. 

Con el término “remanente” sucede lo mismo que con el término “Nueva Venezuela”, es lenguaje Divino entregado a los profetas y debe entenderse desde la posición y la perspectiva de Dios. “Remanente” es lenguaje bíblico y puede definirse como aquella parte que queda de una cosa, aquello que ha sido reservado para algo. El verbo “reservar” es clave para entender el asunto.

Sucede que Yahweh es especialista reservando personas y recursos para sus propósitos. Siempre lo está haciendo. Cuando todo va mal, cuando todo sabe a derrota, cuando todo reporta pérdidas, ten la certeza de que Yahweh se está reservando por ahí algún “remanente” para el contraataque.

Si lo expresamos en nuestro lenguaje criollo, pues diríamos que el remanente es ese “repele” escondido por Dios, aquello que está por ahí “caleta” y que será usado para dar la gran sorpresa.

Pero aún hay más. En la “Revelación de la Esperanza” 1988 entregada al hermano Ángel Ramón Hernández se lee una aparente redundancia, se lee la expresión: “pequeño remanente”. Cito a continuación el fragmento: “…Pero una cosa te digo Satanás, no te entregaré a Venezuela, porque Yo tengo un pequeño remanente en esa nación, y con ese remanente Yo le daré la Victoria a Venezuela.” Se entiende que ese pequeño remanente es un grupo reducido de personas que serán “instrumentos escogidos” en las manos de Dios y servirán en el logro de la Gran Victoria del Cielo en Venezuela. Soy de las personas que creen que ese “pequeño remanente” es un grupo aún más reducido dentro del remanente general. Es un escuadrón selecto de venezolanos que están en suelo venezolano y que tendrán un papel protagónico otorgado por Dios en la gesta, nacimiento y crecimiento de la Nueva Venezuela.

Siguiendo en esta misma tónica, según su punto de vista, ¿papel de la iglesia como institución en cuanto al nacimiento de la Nueva Venezuela?

El principal papel de los “ministerios ordenados” y de las instituciones eclesiásticas es el de percibir, seguir y transmitir el liderazgo de Yahweh. Si fallan en esto, se exponen a ser desechados por Dios. El liderazgo de la iglesia cristiana evangélica debe ser ejemplo en la humillación, el arrepentimiento y la renovación del espíritu. Dime cómo es el corazón del sacerdote y te diré cómo es la salud espiritual del pueblo. Es importante resaltar, que más noble delante de Dios es dedicarse al liderazgo espiritual que al liderazgo civil. Ambos ámbitos tienen mérito e importancia, pero dedicarse al ministerio tiene más honra que dedicarse a la política. Los efectos de un buen ministerio trascienden hacia la vida eterna, mientras que los efectos de un buen gobierno civil están circunscritos a la vida material y terrenal. Así funciona delante de Yahweh, uno tiene más honra que el otro. Por eso la reprimenda será mayor con el sacerdocio. Tienen una gran contribución que hacer en la forja de una nueva identidad espiritual en el pueblo.

 Por último, se está levantando una generación, como en el caso tuyo para escribir metas, propósitos, objetivos y planes de la mano de Dios para la Nueva Venezuela ¿cómo observas esta generación que habla de la Nueva Venezuela?

Empecemos hablando acerca del liderazgo político que conducirá los destinos de la Nueva Venezuela. En ellos se hará manifiesto el Corazón de Dios y esa será precisamente su divisa más importante. Ganarán su liderazgo y gran eminencia en la nación a través de la acción y los resultados, jamás a través de la discusión o de los “dimes y diretes”.

Ellos saben muy bien que la Unción no se dice, se hace. Son matadores de gigantes en esencia, nunca retroceden ante la voz del enemigo. Tienen una audacia que no es normal, es el Espíritu de Yahweh en ellos. Si los pones a prueba, verás que no quieren ser importantes o reconocidos como objetivo al cual aferrarse, todo lo que quieren es ser útiles en el logro de los propósitos Divinos. Tendrán el espíritu de Sabiduría en sus mentes y en sus labios, esa será otra importante divisa para reconocerlos.

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