En una ocasión en que Jesús terminaba de enseñar en una barca la cual era de Simón, le dijo que bogara mar adentro y echara las redes, y Simón le respondió: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiendo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía, Lucas 5:4-6.
Simón y sus compañeros ya estaban lavando las redes para irse a sus hogares con las manos vacías, cómo estarían las familias de estos hombres esperando su llegada con la esperanza que trajeran algo de alimento a sus casas, qué cara tendrían estos hombres al decir a sus familiares que no habían pescado nada, pero muy a pesar de esto se presenta el maestro y cambia todo.
El trabajo de un pescador no es muy fácil, deben tener una buena aptitud física que conlleva a un duro trabajo. Deben tener buena visión, soportar frio, sancudos, trasnocho. Regresar con las manos vacías no es que sea muy alentador. Eso mismo lo vivieron estos hombres, pero a pesar de pasar toda la noche en blanco, creyeron a Jesús y su fe fue recompensada.
Cuantas veces nos ha sucedido lo mismo que a estos hombres, por más que le ponemos ganas, lo intentamos muchas veces, pero no obtenemos el resultado que esperamos. Así como simón cuantas veces tirarían las redes durante la noche y no conseguía nada, ellos conocían el mar porque esa era su profesión, sabían emplear sus herramientas de trabajo, los peces estaban el agua, pero todo era en vano.
Jesús es la diferencia
El mar era el mismo, la barca era la misma, los peces eran los mismo, pero lo que en verdad marcó la diferencia fue JESÚS, cuantas veces te has sentido impotente, cuantas veces has intentado luchar con tus propias fuerzas, cuantas veces has fracasado en querer hacer algo y no lo has conseguido, hoy Jesús te dice ¿Por qué no lo intentas conmigo?
Jesucristo no se presenta a nuestra vida como la última opción, ÉL se presenta como la única opción que puede ser capaz de cambiar todo. Jesús es quien verdaderamente marca la diferencia a una nueva vida, a un nuevo amanecer, a un nuevo comienzo, a un nuevo despertar, dale la oportunidad a ÉL.
Escucha su voz, tiene el poder de hacer lo imposible posible, tiene el poder de cambiar las circunstancias por muy difícil que sean, solo has como Simón, Señor en tu nombre lo haré.
Simón trabajo duro en toda la noche, pero cuando el Maestro le habló, él lo volvió a intentar, abre tu corazón a Cristo. Si estás cansado inténtalo nuevamente, ten en cuenta que el que fracasa no es el que cae, pero si es aquel que cae y no se levanta, recuerda todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.
Dios te bendiga atte. Arcenio Salazar López
Fotografía Pixaby
También te puede interesar leer: Aprovecha las oportunidades de Dios
Generalmente afrontamos la vida, nos preparamos y capacitamos para que nuestro futuro sea exitoso y está bien esa aptitud de superación personal; pero descuidamos algo más importante que todo lo que nos puede dar el supuesto éxito rodeado de dinero y placer; me refiero a la Persona de Jesucristo y lo que ha hecho en nuestra vida. Cuando él hombre (varón y hembra)a tenido un encuentro real con el Maestro, todo le cambia; sus prioridades y sus metas, y solo puede ser feliz si todo lo que emprenda en su nueva vida está íntimamente ligada con el Señor; quizás por eso nos sentimos desorientados y confundidos en la vida que llevamos, si no está Cristo Jesús en ese proyecto como nuestro orientador y tutor; acaso no es eso lo que realmente queremos, deseamos y anhelamos? Tenemos que hacer un alto en el camino y reorientar nuestra vida, dejar la religiosidad de costumbres y metas dónde no esté Cristo inmerso como un estilo de vida; ya que sin su presencia jamás seremos felices. Bendiciones