La historia del médico que sobrevivió al Covid 19

“Dame otra oportunidad para resetear mi vida, para cambiarla”. Le pidió a Dios en medio de un coma inducido

Por: Javier Ahumada Bolívar

Víctor Ballen, médico pediatra de la Clínica Los Rosales de Pereira de 42 años de edad, estuvo al borde de la muerte al ser contagiado por el Coronavirus. Con los primeros síntomas, y sin saber que era portador de la enfermedad, se practicó las pruebas. De acuerdo a los síntomas que iba presentando comenzó a sospechar que portaba la enfermedad y decidió tomar las medidas necesarias y confinarse en su casa. A pesar de estas, su esposa e hijo resultaron contagiado, no obstante su hija de tres años no enfermó.

Antes de entrar a la unidad de cuidados intensivos, por recomendación de sus colegas, decide hacer dos cosas hablar con Dios, y enviar un mensaje por whatsApp  a su tío para que cuide de su esposa e hijos.

“Hice  una oración tratando de recibir a Dios en mi corazón, que esto es importante,  y pedirle a perdón a Dios por muchas cosas”, relató Ballen en una entrevista a semana.com.

Duró dos largas semanas en coma inducido, procedimiento necesario en el proceso de  ventilación mecánica  que se emplea para suplir la respiración de una persona. En medio de ese como tiene pesadillas  donde lo persiguen para asesinarlo y algunas ocasiones  lo asesinaban.  “Fue una batalla entre la vida y la muerte pero Dios es perfecto, Él permite que uno pase por determinada cosas en la vida. Pero Dios también envía ángeles que son usado y en este caso fueron varios médicos”, comenta.

Además de los ángeles su familia especialmente su esposa e iglesia donde se congregan no pararon de orar para que Dios lo sanara.  

Víctor Ballen con su familia

Conversación con Dios

Después de todos los esfuerzos que hizo el cuerpo médico de la clínica,  Ballen comenta que llega un momento de relativa conciencia, calma y paz en su vida, situación que le permite hablar con Dios como para ponerse en cuenta con Él. “En esos momentos de conciencia pensé que me iba a morir, pero le digo a Dios espera, espera un momento papá: Dios te voy a dar unos motivos por los cuales me tienes que dejar vivir: Creo que debí ser mejor esposo, mejor padre, mejor hijo, mejor médico, dame otra oportunidad para resetear mi vida, para cambiarla”. Y Dios le concede su petición. Posteriormente a ese dialogo, y en otro  momento de lucidez se da cuenta que  ya se encuentra sin la ventilación mecánica.  

Reconoce que era adicto al trabajo, que laboraba en seis partes diferentes y que esta situación le permitió olvidarse poco de a poco de Dios, de ser mejor esposo, de compartir más con sus hijos, de ser mejor hijo. Admite que  esta nueva oportunidad es para mejorar su relación con Dios, tenerlo  en su corazón, amar más a su familia, crecer como persona  porque “el ser humano crece es de rodillas”.

Ya tomó varias decisiones entre otras bajar el ritmos de trabajo a menos de un 50% porque el hombre  que solo  tiene dinero, no tiene nada.

4 Comentarios

  1. Una oportunidad de oro para este pediatra .El SEÑOR miró la sinceridad de su corazón,al reconocer que estaba desfasado en sus prioridades.Porque como cierra Javier la crónica “el hombre que solo tiene dinero no tiene nada”, y entonces… se dejó resetear por DIOS.

  2. La persona que tiene a Cristo es el ser mas rico del planeta; el que no lo tiene es el mas pobre del mundo, por eso la biblia registra que Cristo vino primeramente por los pobres para hacerlos ricos en todos los sentidos, y su misericordia nos alcanza si la pedimos; gloria a Dios por este varon que fue sensato en su parecer y se dejo bendecir por el Maestro. Bendiciones.

  3. El Mundo, la Carne y Satanas nos llenan de muchos valores equivocados y pensamos que estamos haciendo lo mejor y lo más conveniente y en realidad somos esclavos del dinero y de los afanes de la vida; sólo un tate quieto con el bendito Covid nos puede hacer reflexionar para bien; Dios en su misericordia le permite vivir esa experiencia para retomar el rumbo de su vida y darle la prioridad al que solo la tiene (Dios) y a las personas que más amamos (la familia). Dios quiera y sigamos ese ejemplo sin necesidad de pasar tan terrible prueba. Bendiciones

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