
Hace pocos días, la secretaría de salud de la gobernación del Atlántico dio a conocer las alarmantes estadísticas sobre el número de intentos de suicidios que ha habido en este departamento (sin Barranquilla) de este año en comparación con el 2024.
Según la secretaría, en este 2025 las escalofriantes cifras indican que se han registrado 306 casos hasta mediados de mayo, de los cuales 96 fueron de sexo masculino y 210 del femenino. Llama la atención la abrumadora cantidad de los casos en niñas y mujeres.
Y miremos ahora por edad y género: en la infancia (6 a 11 años): 3 niños y 4 niñas (¡por Dios…!); adolescencia (12 a 18 años): 19 varones y 92 de sexo femenino; juventud (19 a 26 años): 23 hombres y 53 mujeres; adultez (27 a 59 años): 46 hombres y 59 mujeres y en adulto mayor (60 años o más): 5 hombres y 2 mujeres
Al revelar la entidad los principales desencadenantes del intento suicida, reportados la semana epidemiológica 20 por Salud Pública, se encuentra: problemas familiares (40,3 %), conflictos con pareja o expareja (28,5 %), problemas económicos (9 %), escolar/educativo (7,2 %), enfermedad crónica o incapacitante (5 %), maltrato (físico, psicológico, sexual) con 3,7 % de participación; duelo por muerte de un ser cercano (2,5 %), problemas jurídicos (1,8 %), dificultades laborales (1,5 %) y suicidio de familiar o amigo (0,3 %).
Casi dos terceras partes de los casos por edad corresponden a personas entre los 6 y 26 años, lo que refuerza el porqué del trabajo que se debe hacer primordialmente en el hogar, donde se originan más del 80% de los casos. Son hogares donde falta uno de los padres o un cuidador seguro, donde habitan familias disfuncionales, donde hay violencia intrafamiliar, donde las condiciones económicas obligan a vivir en hacinamiento, en fin.
En cuanto al análisis territorial, la Secretaría de Salud identificó que 13 de los 22 municipios del Atlántico han mostrado disminución en los casos, aunque se ha evidenciado un aumento en 5 municipios. La incidencia general es de 20,37 casos por cada 100.000 habitantes (que ya es bastante alta), y se mantiene por encima del promedio en municipios como Sabanalarga, Sabanagrande, Juan de Acosta, Santo Tomás, Galapa, Palmar de Varela, Manatí, Suan y Candelaria.
Lo más grave aún es que, si bien las autoridades reportan una disminución sobre el año anterior donde hubo, según las mismas, 356 casos, lo cierto es que estamos hablando de un subregistro. Los casos seguramente son muchos más, pues solo se conocen los que son acreditados, denunciados o los que comunican quienes acuden a los mecanismos de ayuda, pero no los que realmente pueden existir. De hecho, se calcula que por cada persona que lleva hasta su terminación esta fatal decisión hay 20 casos de intento.
Es hora de actuar como sociedad ante este panorama tan preocupante. En los hogares, a donde entran libremente los medios de comunicación y las redes sociales mediante campañas específicas diseñadas por profesionales y expertos. En los colegios, en donde la responsabilidad educativa del personal docente y directivo debe ir más allá de la simple prevención efectiva y creativa. De las gobernaciones y alcaldías promoviendo una sana salud mental con instituciones que atiendan y prevengan este tipo de casos. Como la de la gobernación del Atlántico con la campaña “Habla y te Sanas”. Las EPS y el sistema de salud en general institucionalizando la atención a los temas de salud mental.
Las iglesias de diversas denominaciones religiosas para promover los principios cristianos y espirituales en toda su comunidad de influencia.

Por Víctor Herrera Michel Abogado-Periodista. Autor de los libros Como Ganar las Elecciones y Manual del Candidato Ganador. Ganador del premio nacional de periodismo Analdex/Proexport 2012. Ha sido catedrático universitario, presentador de diversos programas en Telecaribe y columnista en varios medios de comunicación impresos y digitales. Actualmente es director del Noticiero de la Gente que se emite por la Voz de la Patria Celestial. @vherreram
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