
Hasta hace apenas 10 años, muy pocos de nuestros habitantes podrían siquiera imaginar que Barranquilla, en el 2025 y por tercer año consecutivo, participara en el prestigioso World Travel Awards, nominada en tres de sus categorías que destacan su liderazgo en el turismo de eventos, la cultura y los congresos.
Había muchas razones para que, en materia de turismo, viviéramos, hasta hace una década, casi que “acomplejados” ante destinos turísticos de tanta trayectoria y fama mundial como Cartagena o Santa Marta, nuestras ciudades vecinas.
En efecto, Cartagena de Indias, “La Heroica”, es reconocida a nivel mundial por su historia, sus castillos, fuertes, palacios y hermosas playas, entre otros. Santa Marta, “La Bahía más linda de América”, que cumple en tres meses sus 500 años llenos de historia y tradición.
Ambas ciudades fueron fundadas por conquistadores españoles de prestigio: Pedro de Heredia y Rodrigo de Bastidas.
Barranquilla ni siquiera tuvo el “honor” de ser fundada. Surgió espontáneamente como un sitio de libres ante las necesidades de un grupo de indígenas y/o de colonos galaperos de buscar el agua acercándose al río. Apenas hace 212 años fue erigida en villa por un presidente gobernador del Estado de Bolívar.
Pero hace dos décadas, lo que nació en la capital del Atlántico como una estrategia para recuperar los parques de la ciudad como sitios de reunión de los vecinos, de esparcimiento y recreación para sus familias (reemplazando las cuevas del vicio en que se habían convertido) y que ya son más de 300, que, de paso, han valorizado sus viviendas, fue creciendo hasta que, a mediados de 2017, se construyó el denominado “Malecón del Río” como una forma de acercar a la comunidad: “…para dejar de seguirle dando la espalda al río”.
Poco a poco, casi sin proponérselo, el sitio se ha convertido en el eje principal de la recreación de los habitantes, en uno de los 25 destinos turísticos sostenibles del país, que ha recibido hasta ahora más de 30 millones de visitantes y con más de 1,500 activaciones culturales, artísticas, deportivas y recreativas en el año. Hasta el punto de que se completa ahora el “Gran Malecón del Suroriente”, en una cubierta de más de 30 mil metros que se extiende sobre el emblemático Arroyo de Rebolo.
Un año después, en 2018, la empresa Tecnoglass construyó e inauguró “La Ventana al Mundo”, que se ha convertido en uno de los símbolos identitarios de Barranquilla. Luego, “La Ventana de Campeones”, en honor al equipo amado: Junior.
Más recientemente aparecen el ecoparque de la Ciénaga de Mallorquín, el recuperado y remodelado trencito a Bocas de Ceniza, y las playas de Puerto Mocho, que complementan la principal oferta turística de la ciudad.
En Barranquilla, el hecho de celebrar todos los años el Carnaval, ser la casa permanente de la Selección Colombia de fútbol, además de ser el sitio escogido para significativos eventos corporativos nacionales e internacionales de todo tipo y, este año, la realización de los dos conciertos de Shakira, hacen suficiente mérito para que la ciudad aspire firmemente a estos premios de tanta talla mundial.
Para completar, la alcaldía ha comenzado la construcción de la denominada “Avenida Shakira”, que atraviesa la ciudad sobre la emblemática Calle 72 y que se convertirá en otro atractivo turístico.
Y un factor determinante: nuestra gente. Su conformación social única, desarrollada por extranjeros que llegaron de diversas partes del mundo por el mar y otros de varias regiones del país por el río. Por esa similitud con el Gran Caribe, Juan Gossain dijo: “Barranquilla es a Colombia, como el Caribe es al mundo”.

Por Víctor Herrera Michel Abogado-Periodista. Autor de los libros Como Ganar las Elecciones y Manual del Candidato Ganador. Ganador del premio nacional de periodismo Analdex/Proexport 2012. Ha sido catedrático universitario, presentador de diversos programas en Telecaribe y columnista en varios medios de comunicación impresos y digitales. Actualmente es director del Noticiero de la Gente que se emite por la Voz de la Patria Celestial. @vherreram
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