La multiplicación de los mangos

Por esta época del año se da la multiplicacion de los mangos en Barranquilla
Multiplicación de mangos en la Costa Caribe

El mango, con su sabor inconfundible y su generosidad, es un árbol icónico en los barrios de Barranquilla y otras ciudades del Caribe. Durante las mañanas, después de mis labores en el noticiero, es común encontrar vecinas paseando sus mascotas en una mano y una bolsa llena de mangos en la otra, recolectando los frutos caídos. Algunas, más osadas, llevan una vara para alcanzar los frutos más altos.

La nevera de casa está repleta de mangos en todas sus variedades, convirtiéndose en el ingrediente principal de jugos refrescantes que esperan a las visitas inesperadas. Algunos, con discreción, rechazan la oferta alegando que la fruta les causa malestar, pero la verdad es que, a esta altura del año—mediados de junio—ya están saturados de mango en todas sus presentaciones. Otros que disfrutan este manjar son las aves y ardillas quienes disfrutan su porción, dejando tras de sí frutos picoteados y mordisqueados. En algunas calles el pavimento gris cambia por el amarillo de los mangos destripados por los vehículos.

Historia del mango en la Costa Caribe

El mango no es originario de América, como se cree, sino del sur de Asia, donde se ha cultivado por siglos. Su llegada a la Costa Caribe colombiana ocurrió en el siglo XVIII, traído por los colonizadores españoles desde Filipinas a través de rutas comerciales. Desde entonces, el árbol se ha adaptado perfectamente al clima cálido de la región y ha pasado a formar parte de la vida cotidiana de sus habitantes.

Hoy en día, el mango no solo es un regalo de la naturaleza, sino también una oportunidad de desarrollo. Su comercialización ha crecido, y variedades como el mango de azúcar, Tommy y mango de hilacha tienen presencia en los mercados locales. Es momento de pensar en cómo aprovechar esta abundancia y transformar el mango en un recurso productivo que beneficie aún más a la comunidad.

El mango: una bendición de Dios

La abundancia de mangos en Barranquilla nos recuerda el principio bíblico de provisión divina. En Génesis 1:29, Dios declara: “He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre la faz de toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.” Así como los mangos alimentan a personas y animales, la Biblia habla de Dios como proveedor, sustentando a su pueblo en momentos de necesidad.

En Éxodo 16, Dios envió maná del cielo para sostener a los israelitas en el desierto, demostrando que su provisión llega en el momento adecuado. De manera similar, los mangos en nuestra ciudad caen sin esfuerzo humano, recordándonos que Dios cuida de su creación.

La multiplicación de los peces y la abundancia de los mangos

Esta bendición de los mangos nos recuerda otro evento bíblico: la multiplicación de los panes y los peces. En Mateo 14:13-21, Jesús tomó cinco panes y dos peces, los bendijo y alimentó a una multitud de más de cinco mil personas. Lo que parecía insuficiente, en manos de Dios, se convirtió en abundancia.

Así sucede con los mangos en Barranquilla. Lo que comienza con unos pocos frutos, a finales de marzo y comienzos de abril, se convierte en una cosecha generosa, alimentando a familias, aves y animales. Cada mango caído nos recuerda que la provisión de Dios nunca escasea y que su abundancia está presente en la creación, esperando ser compartida.

Así como Jesús enseñó que cuando confiamos en Dios hay suficiente para todos, esta temporada de mangos nos invita a valorar lo que tenemos, a compartir con quienes nos rodean y a reconocer que la naturaleza es reflejo del amor y provisión de Dios.

Por: Javier Ahumada Bolívar

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2 Comentarios

  1. Su Magestad “El Mango”; así le decía yo a esta suculenta y exótica fruta que la podemos encontrar en variados Colores, Sabores y Variedades;esta deliciosa me recuerda cuando tenía mi Camioneta Zotye; que andando en ella al ver un Mango en la via; exclamaba ” Su Magestad El Mango” y Parqueaba mi camioneta al lado de esta maravillosa Fruta y me bajaba del carro y la guardaba en la guantera del vehiculo; una vez en casa, sacaba todos los mangos para Lavarlks y hacer un delicioso Jugo. Gloria a Dios.

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