“Porque en el Evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. – Romanos 1:17
El monje Agustino Martín Lutero para su segundo curso en la Facultad Teológica de Wittenberg, como lector de la Biblia, elige la Carta de Pablo a los romanos. Él dicta las lecciones sobre el texto de Pablo en el año académico 1515-1516. Algunos años antes, el humanista francés Jacques Lefévre d’ Etaples había publicado una nueva edición de las cartas de Pablo con un breve comentario. El interés por Pablo en el ambiente de Wittenberg era igual al que se tenía por Agustín. De hecho, el vicario general de los agustinos de Alemania, Juan Staupitz, había escogido a Pablo como santo protector de la Facultad Teológica de Wittenberg. En este clima se coloca el comentario de Lutero a la carta más madura de Pablo.
Algunos contemporáneos de Lutero comparan su itinerario espiritual con el de Pablo. También él es un “convertido” por la iniciativa arrebatadora de Dios. El impacto con la Carta a los romanos señala el viraje teológico de la Reforma de Lutero, aunque las consecuencias de carácter eclesial y político vendrán en los años sucesivos. Él descubre que la “justicia de Dios”, de la que habla Pablo en Rm 1:17, no es la justicia que condena, “sino que propiamente es aquella justicia por la cual Dios, que es justo y santo hace justo al hombre y lo santifica”.
El comentario de Lutero al texto de la Carta a los romanos está bajo el influjo de la interpretación de Agustín. Luego, para precisar y motivar sus posiciones con respecto a los puntos cruciales de la controversia con la Iglesia católica – la justificación, la fe, la ley y las obras-, Lutero remite a los textos de Pablo, particularmente a la Carta a los Gálatas, que él comentó el año siguiente a la Carta a los romanos en el año académico 1516/17, y luego, de nuevo, en 1535. Lutero establece una relación personal e inmediata con Pablo y con sus escritos.
Su interés predominante no es la interpretación del texto paulino, sino el mensaje teológico y espiritual. Mas documentado y equilibrado en el plano exegético es el comentario de Juan Calvino al epistolario de Pablo.
En 1536 dirige la publicación de sus cursos en la Universidad de Ginebra y de las predicaciones en la Iglesia de San Pedro, que son comentarios a las cartas paulinas.
Los trabajos de los padres de las Reformas acerca de San Pablo inspiraron la teología y la espiritualidad protestante.
Escrito por el hermano JOSE L. ANGULO MENCO,
filosofo, escritor, especialista en Ciencias Religiosas y Sagradas Escrituras y docente universitario.
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El mensaje de Apóstol Pablo desde el punto de vista Teológico y Espiritual está ligado a la experiencia que tuvo con Jesús y que imprimió en el Apóstol la convicción que que no le pudo dar el conocimiento que le dieron sus estudios teológicos. Ése es el punto de partida para una conversión genuina. Bendiciones.