Setenta niños del barrio 7 de Abril, reciben alimentos a través de la Iglesia Ammi de Barranquilla

Por: Javier Ahumada Bolívar

“De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis”. 

Desde el 15 de agosto de 2017, cuando se abrió el programa de alimento de la Iglesia Ammi, que lideran los pastores Iván y Malena Delgado, Laura Cáceres, madre de cinco niños entre 13 y seis años, no ha dejado de llevarlos al comedor para que sus hijos reciban el almuerzo.

“Mis hijos  estaban bajito de peso, porque en mi casa hacíamos solo dos comidas al día, por eso cuando supe del programa los inscribí, y esto ha sido de gran ayuda para nosotros”. Dice mientras coloca  los zapatos de su hijo menor, después de ser medido y pesado por la nutricionista Yelene Salas.

Niño siendo evaluado por la nutricionista Yelene Salas

Como Laura Cáceres, otras cuarenta familias se benefician de este  programa, que un día Dios colocó en el corazón de los pastores Iván y Malena y que gracias a la ayuda de muchas personas hoy es una realidad.

“Esta es además, la excusa que Dios utilizó para llevar la Palabra  de Dios, y poder transformar familias y generaciones. Nuestro deseo es continuar en este proceso de ayudarles hasta la edad de adultos y que puedan ser hombres y mujeres de Dios que impacten a la sociedad”. Manifestó el pastor Iván Delgado.

Pastor Iván Delgado y sus hijas

Las raciones se entregan en el Centro de Desarrollo Infantil ubicado en el barrio 7 de Abril, en dos horarios: de 11:00 a 11:30 a.m. para los niños que estudian de tarde y de 1:00 a 1:30 p.m. para los estudian en la jornada de la mañana. Los sábados se unifican en un solo horario: 12:30 p.m.

Pero además del alimento físico que reciben los niños, los sábados a partir de la 10:00 a.m. se realizan actividades recreativas, lúdicas y lectura de la Biblia, alimento espiritual. En fechas especiales como las navidades  reciben juguetes y ropa para estrenar; y en  febrero, para el ingreso a clases,  se le da  kits escolares.

Es necesario recalcar que los padres  y especialmente  las madres también son beneficiados por este programa. Mientras los niños juegan, ellas  acuden para recibir conocimientos bíblicos, consejería para resolución de situaciones en casa y aprender manualidades con la finalidad de convertirlas en productoras para la economía del hogar.

A los niños y sus familias también se les brinda ayuda psicológica. Juan Carlo Navajas, es el psicólogo encargado del área psicosocial. “Encontramos muchas familias disfuncionales, con valores incorrectos, que tienen conflictos internos y los niños vienen con ellos. Al ser  detectados  hacemos intervención a la familia, le mostramos el amor de Dios, hablamos sobre el perdón, la reconciliación y poco a poco los niños van mejorando su comportamiento”. Dijo Navajas.

Cientos de niños esperan tener una oportunidad como esta, tener una vida digna, llena de alegría y paz. Se necesitan manos generosas que con su aporte ayuden al necesitado… porque tuve hambre y me diste de comer.

Erick Heller, Coordinador General del programa, hace un llamado a organizaciones, empresa, miembros de la Iglesia Ammi,  y a la comunidad en general  a comprometerse con esta noble causa, porque Dios da las riquezas para compartir con el necesitado.

Sé el primero en comentar

Deja un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*