Confraternidad Carcelaria de Colombia, capacita voluntarios en el programa Árbol Sicomoro

Por Javier Ahumada Bolívar

El pasado mes de febrero 50 facilitadores y  voluntarios a nivel nacional se capacitaron y actualizaron en Árbol Sicómoro – Justicia y Paz, con Roy Moussalli,  director Regional de Medio Oriente  en PFI y el instructor principal del PAS a nivel internacional. El evento tuvo lugar  en la ciudad de Medellín.

El programa Árbol Sicómoro – Justicia y Paz, es una metodología de trabajo desarrollada por Prison Fellowship International en la cual se realizan procesos basados la justicia restaurativa entre víctimas y victimarios. El objetivo es encaminar a los participantes al perdón, reconciliación y reparación.

En Colombia se han realizado estos talleres dentro de diferentes cárceles de país desde el año 2004 y ha impactado a más de 4.000 personas.

Las víctimas y victimarios que han participado de los talleres reflejan un cambio positivo en sus vidas ya que tras la última sección reconocen que el proceso les ayudo a sentir paz, tranquilidad, esperanza y amor hacía el prójimo y hacia ellos mismos. Además a los prisioneros los hace menos propensos a la reincidencia.

Por esto, es de suma importancia capacitar cada año y actualizar los conocimientos, de quienes son llamados a desarrollar este programa dentro de las prisiones.

Le damos muchas gracias a Dios por sus vidas y a ellos por el anhelo de aprender, servir y ser constructores de paz en nuestro país.

Para Jenny Montoya directora regional por el Atlántico de Confraternidad, -la capacitación fue muy importante porque brinda herramientas para desarrollar eficazmente el proyecto Árbol Sicomoro  Justicia y Paz.

Indicó, que llegó  personal  altamente  preparado en temas de conflictos y reconciliación, preparándonos para que seamos  gestores de paz y que podamos aportar a reconstruir ese tejido social que se ha dañado a causa de la violencia en nuestro país.

Por su parte José de los Santos Fonseca, otro miembro de la confraternidad, manifestó que- Tenemos un reto  grande con este proyecto, sé que Dios nos ayudará  a que las personas  que  están en una cárcel asuman la responsabilidad  de sus actos  reconozcan  el daño  ocasiono a sus víctimas, se arrepientan, pidan perdón, cambien y no repitan sus actos.

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