Marlyn Pérez Martes archivos - Periódico Buenas Nuevas

"La integración entre la ciencia del comportamiento y la fe, es la solución a muchos problemas de la humanidad". En vísperas del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, esta casa periodística quiere resaltar la labor loable de una profesional en el área, que se ha distinguido por su aporte al bienestar emocional y familiar durante más de 20 años. Al tener la oportunidad de conocerla hace más de 14 años, he logrado ver que es una mujer apasionada con su carrera y su rol en la psicología al servicio de Dios. Aplica sus saberes como asesora y conferencista en campos de la salud, educación y organizaciones, pero en especial, hay una constante en su vida, la de brindar ayuda emocional y espiritual a quien la consulta. ¿Quién es? Marlyn Pérez Martes, es madre, esposa y psicóloga, que después de navegar por el humanismo y ateísmo ancestral, tuvo un encuentro sobrenatural en aquel que fue su sitio de trabajo. Transcurría el año 2007 y una revelación le cambió la vida para siempre. “Tuve una experiencia única, que ya no permitía que siguiera pensando que Dios no existía y que había sido creado por el hombre para tener consuelo a sus desdichas”. Afirma. Tiene 46 años y estudió psicología en contra de la voluntad de sus padres, a los 16 años era una actriz en ciernes, y ya salía en programas y series de la televisión regional y en teatro local. Todos le apostaban a que estudiara Comunicación Social. Pero, ella solo quería instruirse en el comportamiento humano y superar los traumas del matoneo en la escuela y situaciones familiares que le produjeron baja autoestima y depresiones frecuentes. Pero, qué pudo ser aquello que la sacara de esa creencia ateísta, propia de los profesionales de la psicología. Levanta la mirada y empieza a reconstruir pieza por pieza aquel episodio: “Cuando estás en la intimidad de tu habitación, lanzas preguntas al cielo, al infinito, buscando respuestas. Había perdido a mi padre, tres años atrás, entonces quise confrontar y desafiar a Dios: que si es verdad que Él existe, me responda en qué sitio se encontraba mi padre. Pocas horas después, en mi lugar de trabajo, y sin mencionar nada de ello, llegó un joven desconocido a orar por los abuelos de “Hospital Día”. Nos convocaron a los profesionales de turno, para asistir. Con mirada y corazón escéptico me acerco en obediencia a mi jefe y por curiosidad; al imponer sus manos sobre mí, este joven expresa lo siguiente: … al final dijo, ”. En ese momento sintió que había obtenido una respuesta categórica y era de parte de Dios. Fue este episodio el punto de inflexión que cambió la ruta de su vida. “¿Cómo no creer después de esto? Sería muy necio de mi parte luchar con algo tan contundente, aunque los agnósticos y ateos puedan buscar una lógica a lo ocurrido, también en principio la busqué, pero tenía muy claro lo que ocurría. Había sido reclutada por mi creador para servirle. A los pocos días hice un pacto, y fue que me revelara lo que mi profesión no me permitía ver, pues la ciencia es limitada y de inmediato pacté mi profesión a su trono”. Comenta, mientras pasa por su mente, el rostro de aquel joven pastor que nunca más volvió a ver. “Sin Cristo había solo vacío y frustraciones personales y profesionales”. La vida de Marlyn, hasta ese momento, era vacía y taciturna. Aunque había obtenido logros académicos y laborales importantes. Para los familiares y pocos amigos que tenía, era una mujer exitosa y realizada. Pero ella y solo ella sabía, que le faltaba algo que no encontraba, que no la llenaba. “Mi vida estaba vacía cuando no conocía de Cristo, además, ejercer la psicoterapia me generaba muchas frustraciones, sentía que no podía ayudar como las personas lo necesitaban”. Recalca. Mientras habla, sus manos frágiles se mueven haciendo énfasis de lo que dice y sus respuestas casi siempre comienzan con una sonrisa que transmite paz. Con el propósito de mejorar sus habilidades no ha escatimado esfuerzo para capacitarse. Es Magíster en Alta Dirección con Énfasis en Neurociencia y tiene varias especializaciones: Cooperación Internacional, Desarrollo Organizacional y procesos Humanos, Estudios especializados en Cuidados Paliativos y Dolor Crónico, Procesos de Duelo, sin faltarle discipulados y su curiosa forma de escudriñar las escrituras. Entonces esa combinación de lo científico, unido a la fe sobrenatural, forma una herramienta certera para orientar y resolver los conflictos internos del ser. Ciencia y religión “Hoy día puedo plantear que hay una gran diferencia entre la espiritualidad y la fe. Antes de Cristo en mi vida, me sentía una persona espiritual buscando el sentido de la vida, siempre queriendo respuestas y siendo muy sensible a la humanidad, era una humanista de tiempo completo, y eso no bastaba para hacer bien mi labor o sentirme plena en el rol. La fe vino a derrumbar falsos paradigmas, a activar poderes ocultos, a transformar vidas de la mano del Espíritu Santo, comenzando por la propia”. Expresa. Se puede ser espiritual y desarrollar la fe cristiana, pero lo uno no propicia lo otro, se necesita un encuentro y la revelación del Señor Jesucristo para vivir la fe que transforma. Cuenta que solo a partir de conocer los misterios de Dios en sus escrituras, tener una cercana relación y sensibilidad auditiva a su voz, le permitió iniciar su proceso de conversión, el cual, dice, aún no termina. “Me preocupa algo de mis hermanos en Cristo. Muchos logran arrepentirse de sus caminos que han considerado errados, y dicen aprender de ello y se acercan a servir a Dios, pero sus corazones, sin conversión auténtica y sostenida, siguen arraigando dolor y resentimientos. Esto impide vivir los frutos del Espíritu Santo en sus vidas, creando serios conflictos emocionales que afectan la salud mental, allí justamente toma lugar el psicólogo Cristocéntrico, como ayudador de Dios para el logro de objetivos personales y ministeriales en el llamado que Dios haya hecho” resalta. Y concluye, sin restauración no hay transformación, parafrasea versículos del Apóstol Pablo. La humanidad está aquejada de problemas emocionales que impiden vivir con plenitud y paz. Adicional a ello, la pandemia estremeció al mundo, sacando a la luz traumas ocultos, pero también trajo consigo una herramienta para llegar a más personas: la revolución tecnológica para acercar en medio de la distancia social. Marlyn Janeth, utiliza incluso desde antes, este medio para atender en línea y hacer seguimiento a sus consultantes en cualquier parte del mundo, Alemania, España, Estados Unidos y en varias ciudades de nuestro país. “Y es que no es fácil modificar una conducta arraigada en el alma, con posibles huellas emocionales que alimentan y atormentan una forma de vida. La Iglesia se constituye en el lugar que muchos hallan para lograr ese cambio, pero sin la orientación experta y con entrenamiento en la materia, creyentes se quedan en el intento de superar sus dificultades e inclusive desertan de su iglesia o doctrina con un sin sabor”. Testimonio Cuando Beatriz Arévalo llegó a su consultorio, además de tener una enfermedad física que no le permitía caminar normalmente, trajo arrastrando consigo el peso de una anarquía emocional que la desinteresaba de todo, incluido la vida misma y que la condenaba a una infelicidad perpetua. Su diagnóstico “dolor crónico intratable”. Era irascible y poco comunicativa. Cuando le pregunto a Beatriz Arévalo sobre la doctora Marlyn, le brillan los ojos, que en algún tiempo llegaron a estar secos de tanto llorar sus dolores y desgracias, no escatima elogios en su respuesta: “Antes de conocer a la Doctora Marlyn tuve el privilegio de pasar por dos psicoterapeutas buenas, jamás diría que no se desempeñan bien en su labor. Pero no pudieron continuar conmigo. En cambio desde la primera cita, al entrar al consultorio de la Doctora Marlyn Pérez, sentí algo diferente, se respiraba paz, confianza”. Comenta Beatriz. Y continúa: “Ella tiene una carga de amor incondicional para cada paciente que la consulta, hace sentir viva al paciente, le hablo en caso particular. Me hizo sentir como la protagonista de mi propia historia de vida, ser el centro de atención y de escucha en ese pequeño espacio llamado consultorio, o en algunas ocasiones al aire libre. Ella inspira y aporta a la vida, es una fuente dotada del espíritu divino de Dios”. concluye. Escrito por: Javier Ahumada Bolívar También te puede interesar leer: Brittni De la Mora, ex estrella porno, revela como Dios le trajo sanación