A propósito de la Reforma Protestante. ¿Quién fue el amor de Martín Lutero?

Martín Lutero es más conocido por clavar sus 95 tesis en la puerta de una iglesia en Wittenberg, pero hoy queremos destacar su otra hazaña: conquistar el corazón de su amada, Katharina Von Bora

Katharina von Bora nació al sur de Leipzig en Alemania, en una familia de nobles empobrecidos. Con 16 años, Katharina tomó los votos como monja en un convento. Después de varios años de vida religiosa, la joven se interesó por el Movimiento de Reforma; pensamiento que la llevó a huir del convento junto a 11 monjas.

Por su parte, Martín Lutero, nació en Eisleben, Alemania, en una familia campesina y pobre. Egresado de la carrera de derecho, optó por llevar una vida devota en la fe católica. Su pasión por conocer la salvación y el camino hacia la eternidad, lo llevó a descubrir una gran verdad: La pasión, el amor, y la gracia de Jesucristo que muchos desconocían.

Katharina contactó a Martín Lutero, rogando por su ayuda. Y aquí empieza esta bella historia. Las religiosas, cuyas familias las rechazaron por huir del convento, tendrían que conseguir un marido o encontrar alguna forma de trabajar. Katharina no encontró ninguna de las dos cosas, y después de haber experimentado dos propuestas fallidas de matrimonio, Lutero se sintió responsable de la situación de la ex monja.

Katharina, llena de carácter, finalmente insistió en que solo se casaría con Lutero o con su amigo Nicolas von Amsdorf. Pero Lutero aceptó el desafío y se casaron aun sin sentir amor. Martín Lutero la llamaba “Amada”, “Mi amor verdadero” y con frecuencia “Mi encantadora Katy”. 

“Antes de casarme, la cama estaba desarreglada y mugrienta de sudor. Yo trabajaba tan duro que caía en ella sin darme cuenta de lo sucia que estaba. Sin embargo, cuando encontré a mi bella Katy, la cama, las sábanas, ¡y la casa se mantenía limpia! Ella era mi ayuda idónea y una mujer muy valiente”, se lee en la biografía de Martín Lutero.

Marthin y Katy se amaban. Ellos veían el matrimonio como una escuela de carácter, en la que Dios usa las dificultades de la vida diaria en familia para santificarnos. A pesar de las dificultades de la vida diaria, Martín amaba a Katy enormemente. Y él sabía que el amor conyugal se hacía más fuerte con el tiempo.

Con el tiempo este matrimonio fue un ejemplo de lo que debía ser la vida familiar protestante. Y aquí inició un movimiento de apoyo al matrimonio sacerdotal dentro de muchas corrientes cristianas, llamadas también esposas de pastores. El matrimonio de Martín y Katy, así como su amor por sus 6 hijos, nos recuerdan hoy el amor de Cristo por su Iglesia y el amor del Padre por nosotros como sus hijos redimidos. ¡Feliz 505 años de la Reforma Protestante!

Fuente: Impacto

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