¿Dónde está Dios?

Muchas personas se preguntan día a día, ¿Dónde está Dios?, porque los crímenes y la maldad. El hombre ha agotado todos sus recursos humanos para combatir la maldad y es como si al intentar hacerlo, le echara fuego a la gasolina.

Por: David y Hazel Campo

El hombre está involucrado en sus afanes diarios y se ha rendido a los placeres de este mundo porque ha creído que la solución a esta problemática descansa en el gobierno, en la nación, en el estado, o cualquier entidad natural. Al estar tan acostumbrado a vivir en lo natural, no le queda más remedio que negar la existencia de Dios, porque creen que Dios puede arreglarlo todo cuando; el hombre no quiere ni siquiera arrepentirse y dejar que Dios gobierne su vida. Por los tantos sucesos que pasan alrededor del mundo, es notable decir que Dios no es quien los gobierna, sino satanás, por eso la maldad sigue creciendo a medida que el hombre continúa apartándose más y más de los caminos del Señor.

Dios también está en aquellas personas que padecen necesidad física y espiritual Mateo 25:40.

Aun en un mundo lleno de maldad, Dios está muy cerca de nosotros, el problema radica en que no conocemos su palabra para saber en cuantos ámbitos se presenta a nuestra vida. Dios se presentar de muchas maneras, entre las que se pueden citar: A través de un predicador en las calles, a través de un mendigo, a través de un enfermo, a través de un anciano discapacitado, Dios se puede presentar a través de una obra de bondad y generosidad, Dios se presenta en el amor familiar cuando hay unidad, Dios se presenta a través del perdón y la reconciliación, Dios se presenta a través de un milagro, ya sea una sanidad sobrenatural o un milagro financiero, entre muchas cosas más.

Lamentablemente es imposible distinguir algo que aún no conocemos, por eso muchas personas dicen que Dios no existe, porque no lo conocen y no saben cuan cerca está de nosotros.

Dios no solamente está en el amor, en la unidad, en la generosidad, en la compasión, en la alegría, también está en la voz tu conciencia.

En cada corazón donde hay bondad, amor, generosidad, humildad, mansedumbre, gozo, entre otras cosas más, ahí está Dios, porque el hombre en su esencia no puede producir estos atributos por la naturaleza caída en la que se encuentra. Dios es esa voz interna que te dice que hagas las cosas bien aunque nadie te esté mirando, que seas honesto (a), esa voz que te dice: todavía hay esperanza sigue intentando, esa voz que te dice: no debes mentir para salir de los problemas solo debes organizarte mejor. Esa voz que te dice: no le mientas a tus padres, se obediente y sumiso, no te aíres, no pelees. Hemos estado luchando con Dios desde hace mucho tiempo porque no sabíamos que era Él quien nos hablaba a través de nuestra conciencia: Romanos 9:1.

Un corazón sin amor es un corazón incapaz de ver a Dios.

Estos hombres justos le preguntaron a Dios, ¿Dónde te vimos Señor? Y el Señor le respondió: yo era aquel hombre que estaba hambriento, forastero, sediento, desnudo, incapacitado, enfermo, encarcelado, y podríamos agregar, yo era aquel hombre que no tenía dinero, aquel hombre que te debía un dinero que no podía pagarte, entre muchas cosas más.

Concluimos diciendo: realmente muchos debemos arrepentirnos por haberle dado la espalda a Dios. Cuántos de nosotros pasamos por estos distintos escenarios y sin darnos cuenta fuimos probados para ver si realmente estábamos viviendo lo que  estábamos profesando. Sin darnos cuenta fuimos probados en el área más importante y la que define si realmente somos hijos de Dios, el AMOR. Sin amor es imposible manifestar a Dios ni mucho menos verlo. Y Dios es el amor que habita en cada corazón.

Un corazón sin amor es un corazón que no es sensible a las necesidades de los demás. Y Dios nos dice en Mateo 25:40, si lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Si queremos amar a Dios empecemos con aquel que Dios puso a nuestro lado. Dios no está lejos, Dios es más.

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