
Vanessa Mercado tiene una mirada dulce. La redondez de su rostro y la tímida sonrisa que esboza al hablar le dan un aire de ternura. La conocí en la feria del libro FELICRI, celebrada el pasado 22 de marzo en el Hotel El Prado de Barranquilla. Se acercó al stand donde exhibía mi libro Papá tiene cáncer, crónicas que harán crecer tu fe, y con curiosidad, recorrió con la mirada los ejemplares, acariciándolos con suavidad con su mano derecha.
—¿Me habla de su libro, señor? —me dijo con interés. Hasta ese momento, era yo quien debía atraer la atención de los visitantes para presentarles el contenido del libro. Pero con Vanessa, fue diferente. Durante la explicación, percibí en ella una genuina avidez por conocer los detalles de lo que estaba escrito.
—¿Lo vas a comprar? —le pregunté.
—Me gustaría, pero…
—No importa, llévatelo.
—¿Me da su número yo le trasfiero el 30?
Durante nuestra conversación, Vanessa me contó que forma parte de El Atlántico Si Lee, un grupo juvenil comprometido con la promoción de la lectura y el evangelio. Lo que más me sorprendió fue descubrir que, junto con unos diez jóvenes de su iglesia, organizó la primera de las seis ferias de libros en distintos puntos del barrio El Bosque, en el suroccidente de Barranquilla.
Esto resulta aún más significativo al considerar que, en la ciudad, apenas se celebran dos ferias del libro a gran escala: LIBRAQ y FILBAC. Sin apoyo institucional, Vanessa y su equipo han logrado construir un espacio alternativo de acceso a la lectura y la fe, lo que despertó en mí una profunda curiosidad por conocer más sobre su historia y el impacto de su labor.
Vanessa Mercado creció en un hogar con limitaciones económicas, pero desde temprana edad, junto con su madre y su abuela, asistía a la Iglesia Cristiana Cuadrangular del barrio El Bosque, aunque no vivían en la zona. A los 10 años, un líder juvenil la llevó del salón de niños al de jóvenes, impulsándola a dar un paso adelante en su camino de formación espiritual.
“A esa edad empecé a relacionarme con los jóvenes y con el Señor, aunque aún era una niña. Me animé a estudiar en la escuela bíblica y, a los 16 o 17 años, Dios me permitió trabajar con los líderes juveniles. Fue un gran reto, después estudié el ministerial y finalmente mi profesión. Todo se fue uniendo para formar lo que soy hoy, no por mí, sino por la gracia de Dios.” Dice Vanessa.

Cómo comenzó El Atlántico si lee
La pandemia de Covid-19 trajo consigo momentos difíciles, pero también oportunidades inesperadas. En el caso de Vanessa, el encierro le permitió reorganizar su hogar y seleccionar libros y ropa que ella y su familia ya no usaban. Fue entonces cuando surgió la idea de donar estos recursos, convirtiendo lo que parecía una simple limpieza en el inicio de un proyecto con propósito.
“Cuando empecé a organizar los libros, me di cuenta de que tenía más de 100 que ya no utilizaba, pero estaban en buen estado. Empecé a subir fotos en redes sociales mostrando cómo los organizaba, y pronto la gente empezó a escribirme: ‘Yo también tengo libros que no uso, te los quiero donar’. En poco tiempo, logramos reunir 500 libros. Entonces le pregunté a mi novio—que hoy es mi esposo—qué podíamos hacer con todos ellos, y él sugirió organizar algo en la iglesia donde las personas pudieran obtenerlos gratis.” Recuerda.
A las 4:00 p.m. del domingo 30 de enero de 2022, el patio de la iglesia se llenó de alegría con cadenetas azules, moradas y púrpuras, junto a globos de distintos colores. Allí se celebró la primera feria de libros, un evento que rompió los esquemas tradicionales al combinar lo cultural con lo espiritual. Más que una actividad religiosa, fue una experiencia transformadora para impulsar el hábito de la lectura y llevar el mensaje de salvación a niños, jóvenes y adultos.
El entusiasmo no tardó en crecer. “Vane, qué chévere, ¿por qué no lo hacemos más grande? Yo quiero participar, cuenta conmigo”, le dijeron algunos asistentes. Así fue como más jóvenes se sumaron al proyecto y hoy, con un equipo de 46 personas, han logrado realizar cinco ferias adicionales. Además de los libros, el evento también ofrece ropa en buen estado para quienes la necesiten, reforzando su impacto social y comunitario.

Obra evangelística
“Los asistentes no solo llevan libros y ropa, también reciben una palabra de aliento, un mensaje refrescante para sus vidas. Nosotros estamos extendiendo el reino de los cielos, y si me preguntas entre los dos objetivos—obra social y evangelística—la obra evangelística es 100% nuestra prioridad”, afirma Vanessa.
Junto a su esposo, quien la acompaña en esta aventura y un equipo de 46 valientes, Vanessa impulsa el hábito de la lectura y el mensaje de salvación, convirtiéndose en un agente de transformación para niños, jóvenes y adultos. Su iniciativa no solo promueve el conocimiento, sino que lleva esperanza y fe a las comunidades, cumpliendo con su llamado de servir a Dios a través de la educación y el evangelio.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
Colosenses 3:23-24
Escrito por: Javier Ahumada Bolívar
Puedes leer también:

Gracias Hno Javier por la oportunidad que nos ha dado, de dar a conocer nuestra historia y seguir extendiendo este proyecto. ¡Que privilegio es predicar la palabra de Salvación a este mundo!
Este es un trabajo excelente para asi juntos hacer crecer el amor de Dios en nuestras comunidades 🙌🏻 Vamos por mas!
Es una bendición contar con este tipo de proyectos. Dios siga guiando cada paso que de el Atlántico si lee.
Diis siga bendiciendo el atlantico si lee
De las mejores oportunidades que Dios me ha regalado en la vida, es hacer parte de este gran equipo con propósito, ha sido una aventura espectacular y sé que Dios recompensa las buenas obras que hagamos por el prójimo, con amor y diligencia, sé que llegaremos lejos. Esto es iglesia🩵
Toda la gloria y honra es para Dios. Ya que le servimos al Dios altísimo. “A través del Atlantico si lee” hay una juventud que le a creído al señor. Una juventud de cambio e inspiración🥰Gracias por la oportunidad que nos da de hacer conocer a Cristoba través de este hermoso proyecto🥰
Bendiciones vane, me sumo a esa alegría desbordante y radiante que ilumina a alas vidas ,mostrando alternativas que son de mucho valor, sigue adelante que con tu carisma y esfuerzo sigas llegando a una generación que necesita entender, que aunque estamos rodeados de desafíos cada día, podemos llegar a lograr nuestros objetivos de la mano de Dios y con tu admirable proyecto que llega a los corazones
Diariamente enfrentamos retos, y apartados de Dios nada podemos hacer y ATLANTICO SI LEEE, es un ejemplo, con la guía del Espíritu Santo tenemos la certeza que RECOMPENSA viene DE LO ALTO, adelante jovenes, vamos por más mi Vane Caro.
Aleluya gloria a Dios le damos gracias a Dios por este gran proyecto que cada día va cogiendo más fuerza echemos para adelante JÓVENES DE FUEGO
Gracias
Dios es más que bueno por eso en este tiempo nos ha entregado esta estrategia para hacer un lindo trabajo social mientras que compartimos la bendita palabra del Dios altísimo, vamos para adelante fiel es quien nos escogí desde antes de la fundación del mundo.
Es maravilloso, poder estar al servicio de Dios , sin duda alguna lo mejor que puede sucedernos 🙏 .
Dios siga bendiciendo al equipo del ATLANTICO SI LEE y su hermosa labor de llevar el evangelio,nos demuestra que para predicar el mensaje de la fe no hay barreras solo hay que buscar las estrategias, Dios bendiga tu vida Vane y la de tu esposo 🙏
Vanessa Dios bendiga más tu vida, y exalte cada dia más ese proyecto que incentiva el hábito de leer entre tanta tecnología, la palabra del señor es eficaz y en su tiempo 🙏 trae respuesta de sus promesas para con Nosotros. Adelante que Dios está con ustedes “Atlántico si lee”