Algunos de los estados confirmados son San Pablo, Minas Gerais, Paraíba, entre algunos otros, las cuales manifestaron que lo hacen por temor a un rebrote del Covid a pesar de que la mayoría de la población está inmunizada.
Otra de las cancelaciones y la que más impresionó fue la de la ciudad de Sao Luiz de Paraitinga, la cual es famosa por sus exóticas fiestas que atraen a miles de jóvenes, ellos alegan que lo hacen por precaución y cautela.
«Es un momento de cautela y no es propicio generar aglomeraciones de gran magnitud», dijeron las autoridades del estado en un comunicado.
Al ver estas acciones, 65 estados como Sorocaba, Tremembé, Sao Bento de Sapucaí y Suzano, quienes ya tomaron la decisión de cancelar el carnaval por segundo año consecutivo; varios municipios dentro de los estados también se unieron a esta disposición que busca proteger a las personas de su país.
Aun se espera por la ciudad de Sao Paulo, quien es la más grande y las conocidas por sus fiestas, la cual emitirá una decisión para el mes de enero; aunque ya se les ha visto preparando sus actuaciones junto a las escuelas de samba de la región.
Pese a que todas las ciudades se están uniendo en favor de la ciudad de la nación, Rio de Janeiro, Recife y Salvador, han confirmado que si harán sus fiestas y desfiles de carnaval, por ser lugares insignes de la celebración.
En materia de inmunización, el 60% de la población ya se ha inmunizado con intenciones de cuidar a todos de otra ola de contagios del Covid dentro del país, aunque la segunda ola registrada dentro del país con la llegada de la variante Gama o P1 causó y sigue causando estragos en la población.
Fiesta libertina
Brasil ha sido uno de los países más golpeados por la pandemia, llegando a ser epicentro mundial por la cantidad de muertos y contagiados a diario, el cual ha pasado por varias olas mientras se espera un descenso progresivo de casos.
Por otro lado, las fiestas de carnaval hechas en cualquier país son un culto a satanás por la cantidad de manifestaciones libertinas, lascivas, irrespetuosas y múltiples representaciones de brujería dentro de sus desfiles; el más recordado es la ocasión en la que representaron una escena en la que el diablo derrotaba a un Jesús crucificado a forma de burla de la imagen de Cristo.
Claramente, no es de Dios que una persona y mucho menos un creyente pueda participar en este tipo de fiestas, ya que el Señor nos ha llamado a “no vivir de acuerdo a este mundo” y velar por el día de Su venida.
«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta»– Romanos 12:2.
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