¿Es gnóstico el Evangelio de San Juan?

El Gnosticismo propiamente dicho es un pensamiento del siglo II d.C. Las figuras más representativas son Basílides, Valentino, Marción. En 1947 se descubrieron en Nag Hammadi, Kenoboskion, en el Egipto medio, algunos documentos gnósticos, como el Evangelio de Verdad y el Evangelio de Tomás.

Como su nombre lo indica ya, el gnosticismo insiste en las teorías de “un conocimiento, una gnosis superior”, conocimiento religioso que tiene por objeto a Dios y las relaciones del hombre y del mundo con Dios. De la “gnosis” o “conocimiento” depende la salvación.

El conocimiento religioso y la salvación garantizada por este conocimiento aparecen como el elemento formal de la gnosis.

El elemento material son los mitos.

Bien sabido es que el Evangelio de San Juan insiste en los temas de “conocer”, “saber” y derivados. El verbo “ginóskein” se encuentra 56 veces, y el verbo “oida” aparece 85 veces. Y en un pasaje fundamental, Juan escribe: “Y esta es la vida eterna; que te conozcan a ti el único verdadero Dios y a quien enviaste: Jesús Mesías”:17,3.

Como los textos gnósticos a que hemos aludido son todos posteriores al Cuarto Evangelio, y por lo tanto es imposible una dependencia juanina respecto de ellos, se ha lanzado la hipótesis de la existencia de un gnosticismo precristiano que haya podido influir en San Juan. Se ha pensado en los escritos mandeos. La teología mandea se deriva del Gran Revelador Manda d’Hayya (que significa “Conocimiento de vida”) que -se dice- fue bautizado por Juan el Bautista. Él enseñó un camino de salvación que permitía a los hombres pasar al mundo de la luz. La teología mandea es una mezcla de judaísmo, mitos gnósticos (por ejemplo, el mito del “hombre primitivo”) y pensamiento cristiano nestoriano.

Los intentos para descubrir en el Cuarto Evangelio un origen gnóstico no han tenido éxito. Pero tanto esfuerzo para descubrir el ambiente de pensamiento de donde brotó el Evangelio de Juan no ha sido estéril, pues mas y mas se ha visto claro que es un libro nacido del cristianismo y tiene sus profundas raíces en el Antiguo Testamento y en el pensamiento judío tal como se refleja en el Targum, en los escritos de Qumrán y en la literatura rabínica.   

Escrito por el hermano JOSE L. ANGULO MENCO, filosofo, escritor, especialista en Ciencias Religiosas y Sagradas Escrituras y docente universitario.

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Juan el evangelio del Logos

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