Mi última oportunidad: Testimonio del pastor Joel Peña

Pastor Joel recibe el legado, despues de la partida de sus padres
Pastor Joel Peña Andrade, predicando

Joel Giovanni Peña Andrade nació el 1 de septiembre de 1975, hijo de los misioneros René Iván Peña Durán y Ela Aurora Andrade Hartman, descendiente de alemanes que llegaron a Colombia tras la Segunda Guerra Mundial. Creció en un hogar profundamente consagrado, donde la oración, los devocionales y la lectura de la Palabra eran el pulso cotidiano. Sin embargo, como sucede en tantas historias de redención, el hijo del ministerio también atravesó los valles del alejamiento, del dolor y del riesgo extremo.

Marcado por lo que muchos llamaban despectivamente “la oveja negra”, su adolescencia estuvo sumergida en guerras de pandillas, armas y noches que lo alejaban cada vez más del propósito divino. “Todo comenzó cuando empecé a conocer amistades fuera del círculo familiar y de la iglesia. La música, las fiestas… poco a poco me fueron alejando de Dios”, confiesa en la entrevista que ofreció para la sección El Personaje del noticiero La Alianza Informativa, emitido por la emisora Voz de la Patria Celestial.

Sus padres, especialmente la pastora Aurora, nunca soltaron el altar. Cada madrugada era un clamor ardiente por su hijo. Una madrugada, al regresar en medio de la oscuridad, encontró a su padre con la Biblia en una mano y una correa en la otra. Lo reprendió… y luego le predicó. Aquel momento quedó grabado en su alma. “Vas a ser predicador —me dijo—, quieras o no”.

De los guantes a la pandereta

Amaba el fútbol. Soñaba con ser portero del Junior de Barranquilla y, por qué no, de la selección colombiana. Pero Dios tenía una visión superior. Para sus 15 años, mientras esperaba unos guantes de regalo, recibió una pandereta. “Tú vas a adorar a Dios”, le sentenció su padre. Joel se sintió confundido, frustrado… pero sus padres sabían que había un llamado del cielo.

En 1996, durante un campamento en una finca de Guachaca, Magdalena —donde solía escaparse para volver a los carnavales de Barranquilla— el Espíritu Santo lo confrontó con convicción de pecado, justicia y juicio. El evangelista Juan Casimiro predicaba. Joel, distraído y conquistando miradas, recibió una palabra contundente: “Aquí hay tres personas a quienes Dios les da su última oportunidad”. Dos cocineros que contrataron para la ocasión pasaron al frente quebrantados… —falta uno. Grito el predicador.   La joven que lo acompañaba lo confrontó: “¿No serás tú el otro?” Y lo fue. Se levantó, caminó entre aplausos y lágrimas, y allí comenzó la liberación que cambió su destino.

Pastor Joel su esposa e hija

Una nueva criatura

De vuelta a casa, sus compañeros lo notaron diferente. Un espíritu de mansedumbre empezó a transformar sus gustos, sus decisiones, su visión. Comenzó una santificación progresiva. Un año después, fue bautizado, y su vida entró en un proceso de restauración y llamado pastoral. Su madre, la intercesora incansable, lo vio graduarse como licenciado en Teología en el Seminario Las Américas de Palm Spring (Florida, EE. UU.), y luego como magíster en el Seminario John Knox.

“Yo quería dedicarme al fútbol, pero los planes de Dios son más grandes. Dios prepara la escena… y protegió mi vida”, recalca con emoción.

Desde el diaconado, pasando por el liderazgo juvenil, hasta el pastorado a tiempo completo desde 2011, Joel ha perseverado por la gracia del Señor Jesucristo. Hoy es conferencista internacional y docente en varios seminarios bíblicos, compartiendo la Palabra con pasión, profundidad y fidelidad.

Legado

La partida de su padre, el misionero René Peña Durán, marcó un antes y un después en la vida del pastor Joel. Su madre, la pastora Aurora Andrade Hartman, asumió con firmeza y ternura el liderazgo espiritual del hogar y del ministerio Ven Señor Jesús, sosteniéndolo con rodillas dobladas, palabra profética y una fe que no se quebró ante la ausencia. Joel, aún en proceso de formación, fue testigo del amor inquebrantable de una mujer que no solo lo trajo al mundo, sino que lo sostuvo en oración hasta verlo convertido en pastor.
Años después, cuando su madre también partió a la presencia del Señor, Joel no solo heredó recuerdos y enseñanzas, sino un legado vivo. El ministerio Ven Señor Jesús quedó en sus manos como una antorcha encendida, símbolo de obediencia, llamado y continuidad. Hoy, el pastor Peña Andrade honra esa herencia con fidelidad, guiando almas, formando líderes y proclamando que el propósito de Dios trasciende generaciones. Lo que comenzó en el corazón de sus padres, hoy florece en su voz, en su servicio y en cada mensaje que predica.

Está casado con Katherine Torrecilla, con quien comparte el ministerio y la crianza de su hija Shadia Sofía, fruto de amor, restauración y propósito.

Invitación para el Seminario de Ciencias Bíblicas
Retrato de Javier, director de Buenas Nuevas y líder en comunicación cristiana
Javier Ahumada Bolívar, director del portal Periódico Buenas Nuevas

Escrito por:  Javier Ahumada Bolívar

Te puede interesar leer:

¿Dónde está tu hermano? es un llamado a desarmar los corazones en medio de la vilolencia que vive nuestra ciudad

¿Dónde está tu hermano?: de Abel a Farit, seguimos acabándonos

1 Comentarios

  1. Gloria a Dios; en este hermoso e impactante relato del Precio que pagaron los Padres de Pastor Joel y el efecto sobrenatural de una Palabra Profética de Parte del Señor a través de sus Padres al Pastor Joel; nos deja varias enseñanza y una de ellas es el ataque feroz que el enemigo enfila sobre las familias de los Siervos de Dios no es cuento y el puedo experimentar en carne propia las artimañas del diablo pir desviarnos pero que nunca pudo; por que su vida estaba sellado por una Palabra Profética expresada con Fe y convicción por sus Padres; la cual como lluvia que cae al suelo y hace germinar los Pastos; así en un momento de la vida del Pastor Joel impacto’ su corazón y rindió su vida a Cristo Jesús. Gloria a Dios.

Deja un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*