Chad y Amy Kempel, de Estados Unidos, soñaban con llenar sus hogares de risas infantiles. Después de cinco años de matrimonio, decidieron formar una familia.
Sin embargo, el sueño de la pareja encontró obstáculos. Amy quedó embarazada por primera vez en 2012, pero el embarazo terminó en un aborto espontáneo.
Ese mismo año, Amy volvió a quedar embarazada, esta vez de gemelos. Lamentablemente, los dos bebés, Marshall y Spencer, murieron a la hora de nacer.
Incluso en medio del dolor de perder a tres hijos, Chad creía en su corazón que él y su esposa cumplirían su sueño de formar su familia.
“Después de que perdimos a los gemelos, ella pensó que esto nunca sucedería. Y yo era exactamente lo contrario”, dijo el esposo a CBN News.
“Esto finalmente demuestra que podemos quedar embarazadas y tener hijos. Ya casi llegamos y sentí que deberíamos tener hijos. Nuestra idea de la vida era sobre la familia”.
En los años que siguieron, Dios concedió el pedido de la pareja, otorgándoles a sus hijas Savannah y Avery.
Chad y Amy continuaron criando a la familia y en 2017 quedó embarazada. Para gran sorpresa de los padres, la ecografía reveló que eran quintillizos.
“Años de tratar de criar una familia, esta fue una de las veces que sentí miedo”, reveló Chad.
“Pasamos por toda esa pérdida. Visitamos el cementerio para ver a nuestros mellizos. Estábamos aterrorizados. Amy estaba llorando porque su útero tenía dificultades con los mellizos. ¿Podrá sostener a todos los bebés? Asustada al mismo tiempo”. “Estoy tratando de apoyar a Amy y siento el mismo miedo, pero si esto funciona, estaremos rodeados de todos estos niños”.
El aborto nunca fue una opción
Ante un embarazo de riesgo, la pareja se sorprendió al escuchar al médico aconsejar abortar algunos de los bebés, un proceso llamado “reducción selectiva”, con el fin de aumentar las posibilidades de supervivencia de algunos.
“El médico dijo: ‘No se preocupe demasiado. Algunos fetos no se quedarán, probablemente los eches de menos.’ Diciéndonos que no nos preocupemos porque algunos van a morir”, recordó el padre.
“Salimos de esta cita llorando. El aborto nunca estuvo en nuestros planes. No le dé un término agradable para que pueda dormir por la noche como si solo estuviéramos hablando de recoger una buena fruta”, dijo Chad.
Después de revisar la “reducción selectiva” y ver un video, la pareja cristiana confirmó su decisión de mantener a todos los bebés, entendiendo que el riesgo para la madre aún era manejable. El aborto nunca fue una opción.
“Vimos un video y parece una ejecución. es inhumano Es enfermizo”, señaló Chad.
Poner a los niños en las manos de Dios
Así que los padres decidieron entregarle la situación a Dios. “La fe siempre ha estado a la vanguardia para mí. Siento que hubo una conexión espiritual que nos llevó a través de los embarazos. Estoy poniendo esto en las manos de Dios”, dijo el padre.
Durante la gestación de los quintillizos, Chad oraba a Dios todas las noches: “Por favor, ayúdanos a hacer esto. Por favor, no nos los quites”.
El 11 de enero de 2018, Amy dio a luz a tres niños y dos niñas: Lincoln, Noelle, Grayson, Preston y Gabriella. Como en un verdadero milagro, los cinco nacieron sanos.
“El día que nacieron a las 27 semanas, nos dijeron minutos después del nacimiento que todos estaban sanos. Son pequeños y frágiles, pero todos están sanos”, testificó Chad.
Hoy, con la casa llena de risas de sus siete hijos, Chad anima a las parejas que están intentando concebir a no desistir y poner su fe en Dios.
“No desista. Hay opciones. No escuche a los médicos cuando tienen una visión negativa de las cosas. Si tienes fe en las cosas invisibles, entonces es hora de apoyarte en eso”.
Para celebrar la salud de sus hijos y honrar a su esposa, Chad comenzó a correr maratones mientras empujaba un carrito con los quintillizos.
En marzo de este año, el padre entró en el Libro Guinness como el maratonista masculino más rápido empujando un cochecito.
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