Crece la esclavitud moderna

La esclavitud moderna genera ahora un 37% más de beneficios económicos que hace diez años y afecta también a más personas. Son las principales conclusiones que la Organización Internacional de Trabajo (OIT) recoge en su informe Profits and poverty: The economics of forced labour. Se trata de la segunda edición, después de publicar la primera en 2014.

En esta última década, dice el organismo especial de Naciones Unidas, las ganancias provenientes de la explotación de seres humanos han crecido un 37%, generando una cantidad aproximada de 64.000 millones de dólares cada año. De hecho, si en 2014 los traficantes podían ganar hasta 8.270 dólares por cada víctima, ahora consiguen no bajar de los 10.000 dólares.

Al mismo tiempo, cada vez han sido más las personas traficadas y explotadas. Por ejemplo, 27,6 millones de personas eran explotadas a diario en 2021, lo que se traduce en 2,7 millones más que cinco años antes. Desde la OIT hablan de “un aumento dramático [de los beneficios] que ha sido alimentado por un crecimiento en el número de personas obligadas a trabajar como por mayores ganancias generadas por la explotación de las víctimas”.

La explotación sexual, la que mueve más dinero

Entre las diferentes formas de trabajo forzoso, en el informe se destaca la explotación sexual como la actividad ilegal que genera más beneficios por víctimas a los traficantes y delincuentes, con un total de 27.252 dólares por persona explotada. De hecho, en algunos las víctimas ni siquiera reciben ninguna compensación económica porque, señalan desde la OIT, “deben saldar una deuda con su traficante, supuestamente contraída como resultado de haber sido objeto de trata”.

Además, tampoco tienen el amparo legal necesario. “El hecho de que la explotación sexual comercial sea ilegal en la mayoría de los países significa que las víctimas tienen un recurso limitado o nulo a la justicia”, puede leerse en el informe.

Español es el primer país de Europa en demanda y consumo de prostitución, y el tercero en todo el mundo. Colombia es cuarto a nivel regional; y ocupa el 19 a nivel mundial. 

Distintas formas de coerción

Desde la OIT también denuncian que la explotación se da por medio de distintas formas de coerción. La más común es la “retención sistemática y deliberada de salarios”, que afectaría a un 36% de quienes sufren situación de explotación. 

A esta le sigue “el abuso de la vulnerabilidad mediante amenaza de despido”, que sufren 1 de cada cinco víctimas. Otras formas de coerción menos comunes incluyen la violencia física y sexual, el confinamiento forzado y la privación de las necesidades básicas.

Fuente: Protestante Digital

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