Por: Javier Ahumada Bolívar
Es un empresario exitoso, pero este éxito no le quita el sueño. El hermano Gilberto como le dicen empleado, amigos y hasta sus ovejas en la congregación de la Iglesia Restauración Sinaí, en el municipio de Palermo, tiene claro su misión dada por el Señor: Llevar su Palabra a los confines de la tierra si fuera necesario.
El pasado mes de octubre visitó Malí y Turquía, dos países en los que la población cristiana es minoría.
“Fue una experiencia enriquecedora, dos naciones totalmente diferentes pero con una misma religión: la musulmana. Turquía un país rico, lleno de historia, el apóstol Pablo recorrió esta nación y fundó iglesias, prácticamente el 80% de los nombres donde se fundaron iglesias y pueblos donde Pablo predicó están en Turquía, o Asia menor en aquella época. Tuve la oportunidad de visitar Éfeso e Izmir donde estaba Esmirna la iglesia sufriente de Apocalipsis; esta ciudad hoy día es la ciudad del pecado, una especie de “Las Vegas” turca. En esta nación hay todo por hacer con respecto al evangelio, de los 80 millones de habitantes solo 4000 son cristiano, toda una nación para evangelizar”, comenta el hermano Gilberto.
¿Se está cumpliendo el mandato de Cristo de ir por todo el mundo?, creemos que no. Son millones de seres humanos que aún están esperando que les hablen del evangelio. Se necesita un alto grado de consagración para alcanzar a los que aún no han sido alcanzados. Eventos como este congreso inspiran. Hay urgencia de llevar el evangelio. Organizaciones misioneras como Viviendo-Muerto, se han propuesto llevarlo a aquellos sitios inalcanzables como China, Rusia, en toda África incluyendo la Republica de Malí, donde el hermano Gilberto vivió una enriquecedora experiencia.
“Malí es el otro extremo de Turquía, desde el punto de vista económico, hay una extrema pobreza que me impresionó, es considerado como uno de los países más pobres del mundo y desde el punto de vista espiritual ni se diga, el 90% de los malienses son musulmanes y la brujería está muy arraigada en ellos. Solo el 1% de los 13 millones de habitantes son cristianos”. Dice.
A pesar de todo hay misioneros en esta región haciendo la labor evangelistica, quienes ponen en riesgo su vida para llevar las buenas nuevas.
Misiones en Colombia
En Colombia hubo un momento de la historia que enviaba misioneros a diferentes partes de nuestro país y del mundo, pero en esta época son pocos los que dicen: Heme aquí, envíame a mí. Para colocar un ejemplo, los misioneros en el mundo que aporta la denominación Asambleas de Dios en Colombia sólo son 22 y Venezuela, a pesar de la crisis que vive, tiene 103 y ni compararse con Brasil, Estados Unidos, Canadá en fin.
Para el hermano Gilberto esto se debe a que estamos en una zona cómoda y se invierte más esfuerzo para tener un buen templo, un mejor sonido o lujos que en preparar y enviar misioneros. “Mientras no nos duelan las almas, no vamos a tener ese interés de ir y anunciar el evangelio, buscamos es construir templos y el Señor no nos mandó a construir templos, si no a predicar el evangelio. Colombia tiene que tener un despertar en este tema, Dios tiene que hacer algo”, manifestó.
Serrano pastorea la iglesia Restauración Sinaí, en el municipio de Palermo, Magdalena, desde hace tres años, misma que él ayudó a construir hace 11. Su pasión por llevar el evangelio a todas las naciones le ha permitido viajar, como misionero, a diferentes países del mundo y adentrarse a lo más profundo de las selvas colombianas, los desiertos de La Guajira y a los Montes de María en el Departamento de Bolívar. Para este año tiene programado visitar a Indonesia, en calidad de misionero, un país de 250 millones de habitante de los cuales 200 son musulmanes y el otro grupo son hinduista, budista y el 1.5 % son cristianos. Actualmente busca recursos para hacer dos pozos profundos en Mali que resolvería a un buen sector poblacional la falta de agua.
Aplaudimos la misión del hermano y Pastor Gilberto Serrano, Dios le ayude para cumplir con los objetivos propuestos; aunque aquí mismo en el Dpto. del Atlántico hay tanta necesidad por resolver y Evangelizar. Bendiciones