Cada vida es como un libro

Desde el mismo vientre se lleva un registro de nuestra existencia, en ese momento se comienza a escribir nuestra historia, algunos por algún motivo no logran nacer, otros nacen, pero mueren a corta edad, pero a la gran mayoría la vida nos brinda la oportunidad de vivir para contarlo.

En nuestro alrededor hay personas que nos ayudarán y serán de mucho apoyo en este recorrido, pero también llegarán esas personas que serán piedra de tropiezo, harán todo lo posible para hacernos daño, pero gracias a ellos seremos más fuertes, perseverantes, aprenderemos a perdonar, un ejemplo lo encontramos en Nelson Mandela cuando dijo: “Al salir por la puerta hacia mi libertad supe que, si no dejaba atrás toda la ira, el odio y el resentimiento, seguiría siendo un prisionero”. El mayor ejemplo para la humanidad lo encontramos en Jesucristo mismo cuando oro y pidió perdón por los que le quitaban la vida.

Quizás no seas el autor de tu existencia, pero si tienes mucho que ver como se escribe el libro de tu vida, y únicamente hay dos formas de escribirlo. La primera cuando soy yo el personaje principal, primero yo, segundo yo y tercero yo, nos preocupamos solo por nosotros mismo, creamos un círculo en donde no permitimos dejar escapar nada de lo que tenemos y nos afanamos por conseguir más, olvidando que cuando dejemos esta tierra nada nos vamos a llevar (Lucas 12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?)

La segunda es colocar a Dios como el personaje principal en nuestra vida, aceptando lo que dice en su palabra, dejándonos guiar por ella, el cual será el mapa que nos llevará a disfrutar de todas esas promesas que hay en ella. Cuando aceptamos la dirección de Dios y nos sometemos a su voluntad, podemos estar seguros que si por un momento caemos, Dios nos ofrece su  poderosa mano para levantarnos, y cuando llegue la aflicción  tenemos la esperanza de ser consolados, y si buscamos primeramente reino de los cielos, todo lo que necesitamos para vivir Dios lo añadirá.

Todo libro debe tener un final, y ese final lo determina el autor, déjate guiar por el autor de tu vida, permite que el mejor alfarero te moldee y dirija con su espíritu santo, y así tu nombre nunca será borrado del libro de la vida (Apocalipsis 3:5) y de esa manera tendrás un verdadero final feliz

Dios te bendiga atte.: Arcenio Salazar López

Sé el primero en comentar

Deja un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*