El excampeón mundial de boxeo nos abre las puertas de su casa
En una confortable casa-finca alejada del bullicio, ubicada en las afueras de Cogua (Cundinamarca), en pleno centro de Colombia, a 39 kilómetros de Bogotá, tiene su lugar de residencia Fidel Bassa Santana, el humilde y carismático exdeportista costeño que pasó a la historia por el ser el primero en ganar un campeonato mundial de boxeo en suelo colombiano.
“Es como si estuviera en un pueblo de la Costa, rodeado de vegetación, respirando el aire puro, pero sin el clima infernal de nuestra región. Aquí, el frío marca la diferencia”, asegura Fidel, quien vive con su esposa Shirley Castillo Balmaceda, barranquillera de nacimiento, y sus tres hijos: Emmanuel, Elías y Emilia, todos menores de edad.
Su historia en el boxeo
La ascensión de Fidel Bassa a la cumbre aconteció la noche del 13 febrero de 1987, en la cancha de tenis del Country Club de Barranquilla. Con un ataque incontrolable de golpes curvados y rectos, de derechas e izquierdas y respaldado por su coraje a toda prueba, derrotó por decisión en 15 vibrantes asaltos al campeón Hilario Zapata, de Panamá, para alzarse con la corona de los pesos moscas de la AMB.
Bajo la orientación del estratega panameño Ramón ‘Curro’ Dossman y la acertada conducción de su cuerda ‘Cuadrilátero’, de Billy Chams, Fidel reinó como monarca del mundo por espacio de dos años, siete meses y 17 días, período en el que realizó seis defensas exitosas. Bajo el poder sus puños fracasaron en sus intentos de destronarlo Dave ‘Boy’ McCaulley (dos veces), Hilario Zapata (empate), Félix Martí, Ray Medel y Julio Gudiño.
En su séptimo combate en condición de campeón perdió ante el venezolano Jesús ‘Kiki’ Rojas, por puntos en 12 rounds, el 30 de septiembre de 1989, en el extinto coliseo cubierto Humberto Perea de la capital del Atlántico.
A los pocos días anunció su retiro definitivo del pugilismo, con 27 años a cuestas, sin haber sido noqueado jamás, e inició una nueva etapa como representante de una empresa bibliográfica. Más adelante se dedicaría a negocios particulares.
Esto es lo mío
En la actualidad, en su espaciosa casa-finca, Bassa se dedica al cultivo de tomate de árbol, tomate chonto, mazorca y a la crianza de gallinas criollas. “Esto es lo mío, esta es la vida que siempre anhelé vivir, desde que era un niño en mi nativo El Retén, Magdalena. Soy hombre del campo y amo la tierra, amo el cultivo”. Fidel, que además es conferencista sobre la temática de la superación personal, asegura que el encierro obligado por la Covid 19, lo asume como la reivindicación del reencuentro con su núcleo familiar.
“Ahora paso más tiempo con los míos. Trabajo desde la casa. Escucho música, leo la prensa como bien y de vez en cuando tomo un buen vino”, asegura este hombre que es ejemplo para las nuevas generaciones.
Tomado de la revista Primer Plano.
Escrito por Fausto Pérez Villareal
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