Como todos los años para esta época, la iglesia de Barranquilla se une para guerrear y clamar a Dios por nuestra ciudad, que de forma oficial le entregan las llaves a poderes ocultos, a través del carnaval.
Parece una simple fiesta y, así, se vende, folclórica y cultural, pero el trasfondo es de origen pagano, oscuro y maligno, en el que se esconde orgía, vandalismo, depravación moral, desenfreno carnal y promiscuidad.
Este 7 de febrero, en una caravana interdenominacional, que saldrá a partir de las 10:00 p.m., de la ventana del mundo, se realizará la toma a la ciudad denominada Clamor por Barranquilla.
Según la pastora Mélida Rodríguez, presidenta de la Asociación de Ministro del Atlántico, AMA, el recorrido tiene un propósito claro: Atar toda obra de maldad que se quiera manifestar en estos días de festividades sobre la ciudad.
Rodríguez hace extensa la invitación a “clamar por nuestra ciudad, para que Dios Todopoderoso tome el control de los aires y neutralice toda obra de las tinieblas”.
El recorrido bordeará la ciudad y tendrá cinco paradas, una de ellas el Malecón del Río.
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18:20.
También puedes leer:
1 Trackback / Pingback