Octubre se acerca y con él llegan las elecciones políticas regionales en Colombia. En este momento crucial para nuestro país, es fundamental que como ciudadanos tomemos decisiones informadas y reflexionemos sobre la importancia de leer las propuestas de todos los candidatos.
Cada candidato tiene sus planes, proyectos y metas para el desarrollo de nuestras regiones. Es nuestra responsabilidad como votantes conocer y analizar detenidamente estas propuestas. En Proverbios 19:2 se nos recuerda que “no es bueno tener sin conocimiento; y el que se apresura con sus pies peca”. Tomarnos el tiempo para evaluar las ideas y planes de los candidatos nos permitirá tomar decisiones más acertadas.
Es triste ver cómo algunos cristianos caen en la tentación de vender su voto por intereses personales o beneficios efímeros. Esto no solo es una traición a su fe, sino también un acto de corrupción que socava los cimientos de nuestra democracia. Como seguidores de Cristo, debemos ser ejemplos de integridad y honestidad en todas nuestras acciones, incluyendo el ejercicio del voto.
Recordemos que Dios no coloca alcaldes o gobernadores en el poder. Ellos son elegidos a través del sistema democrático, pero eso no significa que Dios no trabaje a través de ellos. En Romanos 13:1 leemos: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad, sino de parte de Dios”. Dios utiliza a los gobernantes para llevar a cabo su voluntad, pero también es nuestra responsabilidad discernir quiénes son los líderes adecuados para nuestras comunidades.
En medio del debate político, es crucial comprender que las divisiones entre izquierda y derecha son simples ideologías humanas. En la Biblia no encontramos una clara definición política de lo que es correcto o incorrecto en términos partidistas. En Gálatas 3:28 se nos dice: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”. La unidad en Cristo trasciende cualquier etiqueta política.
Además de leer las propuestas, no debemos olvidar orar por nuestros gobernantes. En 1 Timoteo 2:1-2 se nos insta a orar por aquellos en posiciones de autoridad: “Exhorto, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia”. La oración nos permite buscar la sabiduría divina para tomar decisiones correctas y también bendecir a aquellos que liderarán nuestras comunidades.
Al acercarse las elecciones, recordemos la importancia de votar íntegramente y no vender nuestro voto. En Proverbios 28:26 leemos: “El que confía en su propio corazón es necio; más el que camina en sabiduría será librado”. Votar con integridad implica evaluar cuidadosamente a cada candidato y su idoneidad para el cargo, sin dejarnos influenciar por intereses personales o beneficios efímeros.
En conclusión, en este período electoral es fundamental leer las propuestas de los candidatos, discernir la voluntad de Dios en nuestras decisiones y condenar enérgicamente aquellos actos de corrupción que involucran la venta del voto. Como cristianos comprometidos, debemos elegir sabiamente y ser ejemplos de integridad en todas nuestras acciones. Que Dios nos guíe en este proceso democrático tan importante para nuestro país.
Escrito por: Joel Serrano, Administrador de Empresas, especialista en Gerencia de Producción y Logística y Teólogo.
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