El paramilitarismo en Colombia: Una sombra en la historia – Segunda Parte.

El paramilitarismo en Colombia ha sido una de las fuentes más graves de violencia y abuso de derechos humanos en las últimas décadas. Los grupos paramilitares surgieron en los años 80 y 90 como una respuesta armada a la presencia y acción de las guerrillas en el país. Sin embargo, con el tiempo, estos grupos se convirtieron en una fuerza ilegal que actuaba al margen de la ley, ejerciendo la violencia y el terror sobre la población civil.

Las masacres, asesinatos, desplazamientos y otros abusos cometidos por los paramilitares en Colombia han dejado un saldo doloroso en la sociedad colombiana. Según el informe de la Comisión de la Verdad, desde 1958 hasta el 2018, se registraron en Colombia 267.197 muertes violentas relacionadas con el conflicto armado, de las cuales el 27% fueron atribuidas a los paramilitares.

Entre los hechos más emblemáticos se encuentra la masacre de Bojayá, donde un grupo paramilitar lanzó un cilindro bomba en una iglesia durante la celebración del Día de las Madres en 2002, dejando 79 personas muertas y más de un centenar de heridos. También está la masacre de El Salado en 2000, donde los paramilitares ingresaron al pueblo y asesinaron a más de 60 personas.

Ante esta situación, es importante que la sociedad colombiana se movilice para combatir la violencia y promover la paz y la justicia. En este sentido, la posición de los cristianos en relación al paramilitarismo en Colombia debe estar basada en los valores y principios del cristianismo, que promueven la justicia, la paz y el respeto por los derechos humanos.

En la Biblia, se nos exhorta a buscar la paz y la justicia.

Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.

  • Salmos 34:14.

Los cristianos deben involucrarse activamente en la lucha contra la violencia y la promoción de la reconciliación y la justicia restaurativa en Colombia. Esto implica denunciar y condenar cualquier forma de violencia, ya sea ejercida por grupos armados ilegales o por agentes estatales.

Según el Informe Nacional de Violencia contra Defensores de Derechos Humanos en Colombia del año 2020, entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2019, se registraron 662 ataques contra defensores de derechos humanos en Colombia. De estos ataques, el 62% fueron cometidos por grupos armados ilegales, entre ellos los grupos paramilitares.

Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.

  • Jeremías 22:3

Estadísticas

  1. El informe anual de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia del año 2020 señaló que durante el año 2019 se registraron 108 asesinatos de líderes y lideresas sociales en el país, de los cuales el 37% fueron cometidos por grupos armados ilegales, entre ellos los grupos paramilitares.
  2. Según la Unidad para las Víctimas del Gobierno colombiano, entre enero de 2016 y septiembre de 2021, se han registrado 1.264 masacres en el país, de las cuales el 44% fueron perpetradas por grupos armados ilegales, entre ellos los grupos paramilitares.
  3. De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, entre el 1 de enero de 2020 y el 30 de junio de 2021, se registraron 81.128 desplazamientos forzados en Colombia. Según la misma entidad, los grupos armados ilegales, entre ellos los grupos paramilitares, son los responsables del 71% de estos desplazamientos.
  4. En un informe del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) y la Comisión de Justicia y Paz, publicado en septiembre de 2021, se señala que entre enero de 2016 y agosto de 2021 se registraron 2.107 asesinatos de líderes y lideresas sociales en Colombia. De estos asesinatos, el 57% fueron cometidos por grupos armados ilegales, entre ellos los grupos paramilitares.

El conocimiento de la historia nos permite entender las causas profundas de la violencia y el sufrimiento que ha vivido Colombia, y nos permite contribuir a la construcción de una sociedad más justa y pacífica. Los cristianos pueden desempeñar un papel importante en este proceso, alentando el diálogo, la reconciliación y la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos.

En resumen, los cristianos tienen la responsabilidad de conocer y actuar frente a la violencia y los abusos cometidos por grupos paramilitares en Colombia, y contribuir a la construcción de una sociedad más justa y pacífica, siguiendo el ejemplo y las enseñanzas de Jesucristo.

Escrito por: Joel Serrano, Administrador de Empresas, especialista en Gerencia de Producción y Logística y Teólogo.

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