Falsos positivos en Colombia: Un llamado a la acción basado en la verdad y la fe

En Colombia, los “falsos positivos” han dejado una dolorosa huella en la sociedad. Estos lamentables casos se refieren a la ejecución extrajudicial de civiles por parte de agentes del Estado, quienes los presentan falsamente como guerrilleros o delincuentes abatidos en combate. Es fundamental comprender la magnitud de esta problemática, analizando cifras, años y lugares específicos donde ocurrieron estos crímenes atroces. Además, como creyentes, podemos encontrar en nuestra fe los versículos que nos instan a actuar en favor de la justicia y la dignidad humana.

En este artículo, exploraremos la importancia de conocer y comprender la problemática de los falsos positivos en Colombia, así como el papel que los cristianos pueden desempeñar para generar un cambio significativo.

La triste realidad de los falsos positivos:

Los falsos positivos constituyen una violación flagrante de los derechos humanos y una afrenta a la dignidad de las personas. Durante años, las fuerzas estatales han utilizado esta práctica ilegal para inflar sus estadísticas y demostrar supuestos éxitos en la lucha contra los grupos armados ilegales. Sin embargo, las víctimas de estos crímenes son, en su mayoría, personas inocentes y vulnerables que han sido despojadas de su derecho a la vida.

Durante las últimas décadas, Colombia ha sido testigo de numerosos casos de falsos positivos. Uno de los periodos más oscuros se dio entre los años 2002 y 2010, durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. En este periodo, se reportaron más de 5,000 casos de ejecuciones extrajudiciales en diferentes regiones del país, como Antioquia, Norte de Santander, Meta y Valle del Cauca. Estas cifras desgarradoras revelan la magnitud del problema y el sufrimiento infligido a las víctimas y sus familias. Los falsos positivos no solo arrebataron la vida de personas inocentes, sino que también dejaron secuelas emocionales y sociales que aún se sienten en las comunidades afectadas.

Según informes y datos recopilados por organizaciones de derechos humanos y entidades gubernamentales, se estima que, durante los años más críticos de los falsos positivos en Colombia, entre 2002 y 2010, se presentaron miles de casos en diferentes regiones del país. A continuación, se mencionan algunas cifras:

  1. Según el informe presentado por la Fiscalía General de la Nación de Colombia en 2022, hasta ese año se habían identificado más de 6,400 víctimas de ejecuciones extrajudiciales, de las cuales más del 90% eran hombres jóvenes.
  2. La ONG Human Rights Watch (HRW) señaló en su informe de 2008 que existían evidencias de al menos 950 casos documentados de falsos positivos.
  3. La Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) de Colombia, en su informe de 2010, estimó que los casos de falsos positivos representaban alrededor del 16% de todas las violaciones de derechos humanos cometidas por agentes estatales.

¿Qué papel juega los Cristianos en todos estos sucesos?

Como cristianos, tenemos la responsabilidad de ser defensores de la justicia y la paz. Nuestra fe nos llama a amar al prójimo y a luchar por la dignidad humana. Ante la problemática de los falsos positivos, debemos hacer eco de la voz de aquellos que han sido silenciados y trabajar para poner fin a esta injusticia.

En primer lugar, es crucial educarnos sobre la realidad de los falsos positivos en Colombia. Debemos investigar y comprender los factores que contribuyen a esta práctica ilegal, así como las consecuencias devastadoras que tiene en la vida de las personas afectadas. Solo a través del conocimiento podemos generar un cambio significativo.

La fe cristiana nos llama a ser agentes de cambio en el mundo. A través de la Palabra de Dios, encontramos la guía y el apoyo para enfrentar las injusticias y trabajar por la dignidad humana. A continuación, se presentan algunos versículos que nos inspiran a actuar:

“Defiende la causa del huérfano y del desvalido; al pobre y al necesitado hazles justicia.”

Salmos 82:3

“El justo aborrece la mentira, pero el impío se hace odioso y queda en vergüenza. – Proverbios 13:5

“Busquen la justicia, reprendan al opresor. Defiendan los derechos del huérfano y luchen por la causa de la viuda.” Isaías 1:17

Además, debemos alzar la voz y denunciar estos crímenes. Podemos hacerlo a través de la difusión de información en nuestras comunidades y redes sociales, promoviendo el diálogo y la reflexión sobre la importancia de la justicia y el respeto por los derechos humanos. También podemos apoyar a las organizaciones y defensores de derechos humanos que luchan por la verdad y la justicia en casos de falsos positivos.

La oración y la acción van de la mano. Es fundamental orar por las víctimas y sus familias, para que encuentren consuelo y fortaleza en medio de su dolor. Pero también debemos actuar.

Escrito por: Joel Serrano, Administrador de Empresas, especialista en Gerencia de Producción y Logística y Teólogo.

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