Las versiones de la Biblia

A lo largo del tiempo se han hecho innumerables versiones o traducciones de la Biblia en muchas lenguas. De las antiguas versiones, las más famosas fueron dos: la de los Setenta, en griego, y la Vulgata, en latín.

La versión de los 70 llamada así porque una tradición en parte legendaria, la atribuye a setenta y dos sabios de Israel, fue realizada entre los siglos III y I antes de nuestra era, para los judíos de la Diáspora o de la “dispersión”, es decir, para el culto a las comunidades judías que vivían en el mundo grecorromano, especialmente, en Alejandría. Esta traducción, tan valiosa para los judíos que hablaban el griego, se extendió por los países mediterráneos, preparando providencialmente el camino del Evangelio.

La Biblia de los Setenta tiene para los cristianos un valor insuperable, puesto que fue la versión bíblica que usaron los Apóstoles y los primeros cristianos.

Durante los dos primeros siglos se utilizaba en la Iglesia el griego común (koiné), que era el que se hablaba en el imperio romano. A partir del siglo III, el latín se fue imponiendo en Occidente; por ello se hicieron muchas traducciones latinas de la Sagrada Biblia. La más célebre de todas fue la Vulgata —denominada así porque fue la más divulgada de todas-, llegando a predominar sobre las demás. Esta versión fue hecha, en su mayor parte, por el monje S. Jerónimo en el siglo IV, a ruegos del Papa Dámaso.

La Iglesia en el concilio de Trento, recogiendo toda una tradición multisecular, la reconoció solemnemente como la versión latina oficial, sin negar por eso el valor de las otras versiones. En nuestros días contamos con excelentes traducciones en lenguas modernas sacadas directamente de los textos escritos en las lenguas originales y que han tenido en cuenta las versiones de los Setenta y de la Vulgata.

Lutero tradujo la Biblia al idioma alemán, en 1522, y actualmente esa traducción revisada constituye la versión autorizada de la iglesia protestante alemana.

William Tynddale realizó la traducción del Nuevo Testamento al inglés, en 1525, y esa versión sirvió de base para la famosa traducción llamada del rey Jaime. Esta ha sido revisada en numerosas ocasiones durante sus varios siglos de existencia, y actualmente es todavía la Biblia más apreciada y leída por millones de cristianos de habla inglesa en todo el mundo. En Francia, Pierre Robert Olivetan, tradujo la Biblia al idioma de ese país en 1535.

Biblia de los 70

Versiones en castellano    

La lengua cervantina, es decir, la lengua de don Miguel de Cervantes Saavedra, ha sido muy bendecida por Dios, en lo que a versiones de la Biblia se refiere. Son muchas las traducciones que del libro santo se han hecho a nuestro idioma, pero de todas, las más autorizadas son estas:

1. La versión de Reina-Valera. Casiodoro de Reina terminó su traducción de la Biblia en 1568, y ésta vio la luz en forma impresa en 1569, en la imprenta de Tomás Guarinos, de Basilea, Suiza. Esta primera edición constó de 2.600 ejemplares, lo cual no era nada despreciable para esa época. En la portada de esta Biblia aparece un oso pardo parado en sus cuartos traseros para comer la miel que hay en el hueco de un árbol, símbolo de dulzura de la palabra de Dios. Por eso se le ha llamado “Biblia del Oso”.

Esta Biblia de Reina es la primera Biblia completa impresa en lengua española, y fue revisada por Cipriano de Valera en  1602. El gran crítico y polígrafo español Marcelino Menéndez y Pelayo, en su obra “Historia de los heterodoxos españoles”, se expresa en términos muy elogiosos del estilo literario que Cipriano de Valera empleó en esta revisión. Otras revisiones de esta Biblia se han hecho en 1862, 1909, 1960 y 1995. Es la versión oficial de los protestantes de habla hispana.

Cipriano de Valera y Casiodoro de Reina

2. La versión de Félix Torres Amat (1823, 1824). El obispo de Barcelona, Félix Torres Amat, por encargo del rey Fernando VIII, llevó a cabo la traducción de la Biblia al español, la que apareció en los años 1823 y 1824, en Madrid.

Esta versión usa mucho las paráfrasis (explicaciones o interpretaciones amplificativas de un texto) interpoladas en letra cursiva en el texto inspirado, que oscurecen el sentido original. Esta versión traducida de la Vulgata latina es la que más ha circulado tanto en España como en América Latina.

3. La versión de Nácar-Colunga (1944). Se publicó en Madrid en 1944. Fue traducida por Eloíno Nácar Fuster y Alberto Colunga. Tiene el mérito de ser la primera Biblia católica traducida de los idiomas originales, griego y hebreo.

El Dr. J. González Molina, ex sacerdote católico, hace el siguiente comentario acerca de esta versión: “En el fondo básico de la fidelidad han seguido paso a paso a Reina-Valera hasta en la sintaxis, pues en muchos versículos solo han cambiado una palabra sin necesidad o han puesto un sinónimo que con frecuencia no ayuda a la claridad… Además, a la versión Nácar-Colunga le falta énfasis y solemnidad piadosa. Léase, por ejemplo, el Sermón del Monte en Nácar-Colunga: le han quitado la repetición de los pronombres personales. No es un falta gramatical, pero si retórica, pues tras ello se han llevado el énfasis y la solemnidad de la sentencia” (La Biblia que leemos, 1946).

4. La versión de Bover-Cantera (1947). Lleva el título de  Sagrada Biblia, una versión crítica sobre los textos hebreo y griego. Sus traductores son el sacerdote José María Bover y el catedrático Francisco Cantera Burgos. Es una versión muy buena que revela notable erudición y que toma cuidadosamente en cuenta el sentido que tienen las palabras y expresiones en los idiomas originales de los manuscritos bíblicos. Después de la muerte del padre Bover, le sucedió en esta noble y honrosa labor, el Doctor Manuel Iglesias González, profesor en el Instituto Bíblico de Roma, por lo cual esta versión aparece hoy bajo el nombre de Cantera-Iglesias, editada también bajo los auspicios de la Biblioteca de Autores Cristianos (B.A.C.) de Madrid. Al año 2000 lleva ya su tercera edición, y es una Biblia muy apetecida por los españoles.

5. Por último, la llamada Biblia de Jerusalén, que es una traducción de una versión francesa, y constituye uno de los mejores esfuerzos por parte de los católicos para poner en castellano la palabra de Dios.

(Continuará)

Escrito por el hermano JOSE L. ANGULO MENCO,
filosofo, escritor, especialista en Ciencias Religiosas y Sagradas Escrituras y docente universitario.

También te puede interesar leer: La Biblia, ¿libro o biblioteca?

1 Trackback / Pingback

  1. Métodos para leer la biblia - Periódico Buenas Nuevas

Deja un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*