No conformarnos al mundo

Vivimos una época donde la guerra contra la Verdad de Dios se ha intensificado de manera despiadada. Es una guerra sin cuartel, que demuestra que la profecía en Isaías 5 se cumplió a través de la historia de la humanidad y en estos tiempos adquiere una dimensión que jamás sospechamos que alcanzaría.

Hoy, con mayor intensidad, llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo y han elevado a la categoría de derechos, lo que Dios considera como una abominación. Lo que siempre fue motivo de vergüenza lo han convertido en algo digno de orgullo. Lo gritan a los cuatro vientos y se apoyan en una arrogancia que creen que les da la razón, sencillamente porque así lo creen o así lo sienten. Desafían a Dios, pretendiendo ser superiores a Él.

En su soberbia pretenden ser dueños de unos atributos que son exclusivos de Dios. Esto se hace evidente cuando dictan leyes naturales, cuando ya Dios las estableció desde el principio, desde la creación misma. La agenda del mundo pretende crear a su antojo diferentes géneros entre los humanos, como si cada conducta sexual tuviera el poder creador de Dios. Es así como llevan años agregándole letras a la sigla que los identifica. De Lgb pasaron a Lgbt, de ahí a Lgbti, posteriormente a Lgbtiq, y finalmente, al menos por ahora, llegaron a Lgbtiq+.  Creo que no se quedarán ahí, pues de aparecer otro grupo que reclama una nueva identidad ante la sexualidad, ese signo de + será reemplazado por otra letra.

Vemos que Génesis 1:27 dice: “Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. Contundente. Varón-Hembra; ningún otro. Sin embargo, quienes están detrás de esta agenda dicen lo contrario y se abrogan atributos creativos y engañar las mentes de incautos para transformar su manera de pensar y convencerlos de que ellos dicen la verdad y Dios miente.

Desafían la Palabra de Dios, pero no se quedan ahí. Desafían la evidencia científica, la misma que antes usaban para combatir lo que Dios determinó en su Palabra. Como ya no les es útil, la desechan. Lo cierto es que, si a todas las personas que están bajo las siglas Lgbtiq+ les practicamos una prueba genética, el resultado dirá que son hombre o mujer. Jamás encontraremos un resultado que arroje que el género es L, o G, o B, o T, o I, o Q, ni mucho menos +. Dará únicamente dos resultados: hombre o mujer. Así de contundente. Como vemos, hasta la ciencia, respalda la Palabra de Dios.

Hay muchas más evidencias Bíblicas y científicas que demuestra que la vida comienza desde la concepción y que en el vientre vive un ser humano”.

Otro tema es el aborto y el afán por descalificar todas las evidencias Bíblicas y científicas sobre cuándo comienza la vida. La ciencia desde muy temprano en el embarazo es capaz de detectar los latidos del corazón, pero más importante aún es lo que dice la Biblia: Isaías 49:1b, 5ª dice “¡El Señor me llamó desde el seno materno, desde las entrañas de mi madre mencionó mi nombre!… Y ahora dice el Señor (el que me formó desde el seno materno para ser su siervo…” También pueden leer el Salmo 139:13- 16. En estos dos pasajes encontramos que desde el vientre de la mujer esa criatura es un ser humano. Dios lo llama, Dios lo identifica por nombre, Dios dice que es creación suya. En el Salmo 139 dice que Dios lo vio en el seno materno, que los ojos de Dios vieron el embrión que era David. Hay muchas más evidencias Bíblicas y científicas que demuestra que la vida comienza desde la concepción y que en el vientre vive un ser humano.

Estas agendas infiltraron las escuelas, las universidades, los medios, el entretenimiento, el arte, la música, la cultura y, tristemente, la iglesia. Por todos lados somos bombardeados, en un ataque incesante e inclemente, por este mensaje que buscan dominar la mente de los seres humanos para que se radiquen ahí todas sus mentiras como si fueran verdades.

Nuestra defensa está en la Palabra de Dios y en nuestra fe que es la Verdad y viene de Dios. Infalible, inerrante, suficiente. No necesitamos que el mundo nos diga lo que conocemos de Dios, mucho menos que lo modifique. Sabemos que contamos con la Armadura de Dios (Efesios 6:10-18) que tenemos que “someternos a Dios, resistir al diablo y él huirá de nosotros” (Santiago 4:7); que no podemos “adaptarnos al mundo, sino transformarnos mediante la renovación de nuestra mente, y veremos cuál es la voluntad de Dios; buena, aceptable y perfecta” (Romanos 12:2).

Lo más importante es nuestra actitud y Daniel dio ejemplo. “Daniel decidió en su corazón no contaminarse” Daniel 1:8. Otra versión dice: “Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse”. Inmerso, como estamos ahora, en la cultura de Babilonia, Daniel escogió creerle a Dios, obedecerle a Dios y rechazar al enemigo disfrazado de manjares y vino excelso. Rechazo tentaciones y engaño. Así está hoy Satanás engañando, como siempre a la humanidad.

Escrito por: Manuel De la Rosa Manotas.

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